domingo, 28 de febrero de 2021

Los versos existencialistas de Benjamin Fondane

 




Considerado en vida como el más importante poeta judío, Benjamin Fondane, nacido en 1898 como Benjamin Wechsler, pertenece a la nómina de escritores que pasaron por el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, pero a diferencia de los célebres Primo Levi (Si esto es un hombre), Victor Frankl (El hombre en busca de sentido) e Imre Kertész (Sin destino), el también filósofo, ensayista y dramaturgo rumano -de Iasi, que fuera capital del antiguo Principado de Moldavia, aunque acabó adoptando la nacionalidad francesa en 1938- acabó sus días allí, en una cámara de gas. Prisionero de guerra tras la ocupación nazi de Francia, donde había emigrado en 1923, fue liberado por padecer una úlcera de estómago y poco después se unió a la Resistencia pero el 7 de marzo de 1944 es arrestado por la polícía colaboracionista. Serán sus amigos Emil Cioran y Eugene Ionesco quienes tratarán de liberarle hasta en dos ocasiones pero Benjamin se negó aduciendo que no quería dejar sola y afligida a su hermana Line, y acabó siendo entregado a las autoridades nazis, que lo deportaron al infausto campo de la muerte. El 3 de octubre el “gran poeta nacido para cantar la Felicidad”, como rezaba en una de sus composiciones, moría asesinado, tenía 46 años. Atrás dejaba una importante obra literaria y, sin duda, una de las más lúcidas de su tiempo.



Grégoire Michonze (Michonznic) (1902-1982)
Portrait of Benjamin Fondane
Paris, c.1943


De entre toda su producción tal vez sea su poesía la menos conocida en nuestro país. Recopilada en Francia bajo el título general de Le mal des fantômes (Éditions Verdier, 2006), ha sido traducida al castellano por Jorge Segovia y editada por primera vez en España por Maldoror Ediciones en 2010 como El mal de los fantasmas. En efecto, este volumen reúne la totalidad de su obra poética (Paysages, Ulises, El Éxodo[Super flumina Babylonis], Titanic) tal y como había sugerido el propio Fondane en una carta a su mujer, enviada desde el campo de detención de Drancy en 1944, poco antes de morir.


Cada uno de los poemarios que lo integran van marcando las etapas de su vida: el pueblo rumano, con sus campos y sus judíos, que parecen extraídos de un lienzo de Marc Chagall; el desgarramiento del viaje, su condición de exiliado; el clamor de una desesperación premonitoria que ya en los años treinta anunciaba “La Catástrofe” o Shoá, término hebreo para el Holocausto; y el refugio en la Biblia, no para encontrar consolación sino puro entendimiento.



Fondane escribió la primera parte de su obra poética en rumano -ya entonces era, junto a su amigo Ilarie Voronca (1903-1946), uno de los poetas más notables de su generación- antes de pasarse definitivamente a la lengua de Rimbaud a partir de su llegada a París, anticipándose unos años a sus compatriotas Eugène Ionesco y Emil Cioran. En la capital francesa abandonará su estilo expresionista influenciado por los movimientos de vanguardia, sobre todo del surrealismo y el dadaísmo, de los que, sin embargo, adjuraría posteriormente, llegando a posicionarse en contra de André Breton por el viraje de éste hacia el comunismo. Y es que Fondane no toleraba los totalitarismos, ni siquiera los estéticos.


Sus lecturas de Nietszche y Kierkegard, y sobre todo del filósofo ruso Lev Shestov (1866-1938) exiliado en París y del que Fondane acabaría siendo su único discípulo, hicieron que su singular voz evolucionara hacia un existencialismo, como veremos, muy personal. Las ideas de Shestov, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, debieron causar una honda impresión en la sensibilidad lírica de Fondane, que desde entonces plasmará su angustia por la ausencia de Dios en la cultura racionalista de la Europa de la época, marcada por el positivismo.


Y es que el existencialismo impregnó todas y cada una de las facetas artísticas del escritor, de él decía Cioran que era “un ser superior, mejor y más auténtico que Sartre y que Camus”, y es precisamente esa autenticidad, su conciencia malheureuse, la que más destaca en sus versos. Para muestra este poema, que es una versión del Nobel chileno Pablo Neruda y que vio la luz en el volumen 44 poetas rumanos, que editó la argentina Editorial Losada en 1967.


PERO EL HOMBRE, DÓNDE ESTÁ EL HOMBRE?1

... pero el hombre, dónde está el hombre?
el hombre ríe- y saluda el mediodía de la sangre
y se sorprende por haber llegado tarde a su propio encuentro.
los intestinos de la ruta le hinchan el corazón
dónde irás? dónde irá?
los niños le arrancan los riñones hoja por hoja
lo toman como blanco de las nuevas palabras
quieren devorar hombre
pero él se oculta bajo los párpados de sus músculos
desnudo como aquellos peces de los cuales sólo se pesca el brillo
se zambulle en el sueño
helo aquí lleno de sueño fosforescente
el silencio lo sigue con su lámpara
el espíritu con una mancha de grasa
pero un alba irreal
allí peina el mar su cabellera
el hombre se desboca como un lebrel de caza
y es siempre más profundo
acaricia las mejillas de la fuerza que desata
signos y jugos
con su ausencia lo asusta esta riqueza
arroja a plenas manos los pájaros
soledad donde los barcos se retiran a morir
quién eres tú, quietud, cuál es el olvido
que debe sentarse sobre nuestras rodillas
qué gran trozo de tierra sumergir en silencio
qué escogeremos de la vida malvada o de la muerte
a quién matar?
deseo deja libre mi pie de tu trampa de lobos
basta de esos espejos donde se envilece el desnudo
la fresa no es más que la vena abierta de la piedra
las fuentes se verifican por la fe
la Primavera también vendrá para hablar a las masas
-dadme, dadme otra cosa-
tanto objeto imprevisto y mineral
a los cuales colocar nombres suficientemente oscuros
nacientes crecientes nuevos
dadme dadme otra cosa
por ejemplo
una fe nueva simple y ferruginosa
una lengua nueva dentífrica y mineral
una nueva muerte es lo que os digo.


La poesía de Fondane es un grito contra la finitud humana y el racionalismo abstracto, que amenazan la existencia individual, una poesía que clama a un Dios ausente, impasible frente a la violencia de la historia, en definitiva he aquí una poesía rebelde, inconformista, que clama contra cualquier tipo de alienación, política o moral, que transforma a los individuos en fantasmas, en víctimas de un desastre que el autor intuía como inminente.

1 Tomado de “Poetas Siglo XXI”: poetassigloveintiuno.blogspot.com; Fernando Sabido Sánchez (editor).



Gregorio Muelas Bermúdez



martes, 23 de febrero de 2021

La voz sobre las aguas. Jorge Pérez Cebrián

 



La voz sobre las aguas
Jorge Pérez Cebrián
Valparaíso Ediciones, 2019


A punto de publicar su segundo poemario, La lumbre del barquero, bellísimo título que verá la luz muy pronto en Olé Libros, el joven vate valenciano Jorge Pérez Cebrián (Requena, 1996) ya nos ofreció una buena muestra de su talento en su opera prima, La voz sobre las aguas, publicada en la prestigiosa colección de poesía de Valparaíso Ediciones, dirigida por Federico Díaz-Granados.


El poemario, que prescinde de citas liminares y de prólogo, se presenta sin división interna en partes, es decir, como un continuo conformado por veintitrés poemas de ritmo imparisílabo, con predominio del endecasílabo y múltiples referencias culturales, que dan fe de la extensa formación de su autor, no hay más que ver su destreza en el manejo de las estructuras clásicas, como en los tres sonetos de rima consonante -“Un reloj”, “El inmortal” y “Ragnarök”- que jalonan el libro. Todo en él destila elegancia, presteza, puro lirismo, sucede incluso con los títulos de algunas composiciones: “Not with a bang but with a whimper”, “Jardín casi amorosamente oscurecido por la proximidad de la lluvia” o “Súbita imagen de la vigilia interrumpiendo el sueño”.


El libro se abre con un verso portentoso: “Pero la tierra a nuestra espalda no nos ha enterrado”, que nos advierte del tono elevado del conjunto. En efecto, los temas que Jorge Pérez Cebrián aborda a lo largo del discurso son de orden metafísico, donde los intransitivos ser y estar son verbos trasminados por el paso del tiempo, y donde la naturaleza, sin embargo, ocupa un espacio privilegiado, veamos algunos esplendentes ejemplos: “la rama del granado / temblando en tus pestañas”; “verás la flor que arde entre las aguas”; “Una cigarra canta en una roca // Una nube / se quiebra entre dos rumbos”.


En conclusión, en La voz sobre las aguas el lector avezado encontrará el primer testimonio lírico de un poeta que a pesar de su juventud demuestra poseer una voz madura, hecha en el fuego lento de la lectura meditativa. Leyendo este poemario uno no comprende por qué se califica a su autor de promesa cuando está asistiendo a un verdadero triunfo.



Gregorio Muelas Bermúdez



sábado, 20 de febrero de 2021

Revista CRÁTERA Nº 8 Especial monográfico JUAN GIL-ALBERT

 



CRÁTERA Revista de crítica y poesía contemporánea Nº 8
Especial monográfico JUAN GIL-ALBERT
Catarroja / Primavera 2021


Inéditos


Juan Gil-Albert (poema cedido por María Teresa Espasa), Blas Muñoz Pizarro, José Saborit, María Teresa Horta, Enrique Villagrasa, Margarito Cuéllar, Yolanda Izard, Luis Ramos, Ramiro Oviedo, Isabel Miguel, Pilar Blanco, Sergio Villanueva, Roberto García de Mesa, Javier Gilabert, Antonio Cabrita, Álvaro Guijarro, Norberto García Hernanz, Luis López Navarro


Experimental


Maribel Muñoz


Traducción


Miguel Ángel Real (“El poema (Dualidad de lo único)” y “La tarde (En un balcón)” al francés), Natasa Lambrou (“Las labores” y “La higuera” al griego), Victor Oliveira Mateus (“El Buda” al portugués), Elisabeta Botan (“Refinamiento del campo” al rumano), Antonio Martínez-Arboleda (“Los muchachos” al inglés)


Destellos


Aforismos de María del Pilar Gorricho del Castillo


Investigación


Helenismo en A los presocráticos”, por Ricardo Bellveser

Reivindicación de la cigarra. Naturaleza e impulso creativo en la poesía de Juan Gil-Albert”, por María Paz Moreno

La nostalgia de Juan Gil-Albert en Tobeyo o del amor”, por Pedro García Cueto

Epistolario de Juan Gil-Albert. Cartografías para un mapa incompleto”, por Manuel Valero Gómez

La humana transcendencia del aforismo en Juan Gil-Albert”, por Ricardo Virtanen

El imaginario presocrático en la obra de Juan Gil-Albert”, por Juan Antonio Millón


Reseñas


Estanterías vacías, de Ricardo Bellveser, por Gregorio Muelas Bermúdez

Anacronía, de Gerardo Rodríguez Salas, por José Antonio Olmedo López-Amor

El Gran Bosque, de Marta López Vilar, por José Ángel García Caballero

Sucesión convergente de luces apócrifas, de Asterio Sorribes, por David Acebes Sampedro

Refugio en el vuelo, de Pedro Sánchez Sanz, por Miguel Ángel Real

La Mirada. Imágenes y Versos, de Andrés Ferrer Taberner, por Alicia García-Herrera

Una historia no contada, de Amelia Díaz Benlliure, por Salomé Chulvi


Ilustración de cubierta


Juan Carlos Mestre


Ilustraciones de portadillas de sección


Florencio Luque Alfonso

José Manuel Benítez Ariza

Carlos d’Ors








lunes, 15 de febrero de 2021

Desobediencia. Edición de Marco Antonio Núñez y Óscar de la Torre

 



Desobediencia
VV. AA.
El sastre de Apollinaire, 2020


Desobediencia es el significativo título de este volumen antológico que publica El sastre de Apollinaire en el número 42 de su colección de poesía en una cuidada edición a cargo de Marco Antonio Núñez y Óscar de la Torre, con un sugerente collage de cubierta de Raquel Ramírez de Arellano.


Desobediencia es una antología atípica por cuanto reúne algunas propuestas rupturistas de la poesía española actual. Poesía non finito, intrapoesía, poesía especular, poesía de la otredad, son las tendencias vanguardistas que albergan estas páginas, firmadas por influyentes autores que desde hace más de una década vienen apostando por ellas, a saber: Vicente Luis Mora, Marcos Canteli, Julio César Galán, Juan Andrés García Román, Rubén Martín, María Salgado, Lola Nieto y Jimena Alba.


El volumen se abre con un pertinente prólogo de los editores, su epígrafe, “Centro y arista de la Insumisión”, no deja lugar a dudas sobre su intención disruptiva y se hace necesario para comprender el alcance e influencia de estas nuevas perspectivas del hecho poético, que surgen como respuesta al agotamiento de las corrientes poéticas del pasado siglo y al “descafeinado eclecticismo de la primera década del siglo XXI”.


Antes de adentrarnos en las innovadoras poéticas de cada uno de los autores seleccionados, conviene explicitar la intención de estas nuevas vías poéticas. Así, por poesía non finito se entiende aquella en la que el objetivo último del poema es su mismo proceso de creación, que se muestra sin ambages, haciendo visible el artificio; mientras, la intrapoesía incorpora el pensamiento crítico al pensamiento creativo, dando lugar a un proceso de re-creación donde crítica y poesía son una y la misma cosa pero siempre nueva; por su parte, la poesía especular se refiere al poema dentro del poema, donde éste resulta ser una matrioska, como un poema en abismo, su reflejo puede ser intertextual o interdiscursivo; para finalizar, la poesía de la otredad es la que se abre a los otros, ya sean ficticios o reales, dando lugar a una composición polifónica, una vocación abierta y plural que se puede hacer extensiva a todos los autores aquí antologados.


Vicente Luis Mora nos ofrece una poesía meditativa, reflexiva, interdisciplinar, con potentes ecos culturalistas, donde construye una identidad a partir de los fragmentos dispersos de la conciencia, así dice: “el arte es sólo un hombre que se mueve / en pos de una pregunta irrespondible”, y un poco más adelante afirma: “la poesía es solo geometría”.


Marcos Canteli parece ceder a una suerte de escritura automática con un estimulante predominio de las imágenes surrealistas, aquí la lógica del discurso se disloca en aras de hallar una mayor densidad expresiva, en radical contubernio con el subconsciente: “COMO ESPECTRO de oquedad había celadas que / una mano ni tamiza ni conjura carracas en los árboles / moscas sed”.


Julio César Galán tal vez sea el autor que más intensamente ha explotado esta veta vanguardista, santo y seña del rupturismo lírico en nuestro país, en él se encuentran, y se combinan, rasgos de todos los tipos de poesía que hemos mencionado; poseedor de una desbordante imaginación, su “Oda al blanco casi”, constituido únicamente por 17 notas a pie de página sobre un texto fantasma, es una verdadera cota lírica, y su “Pequeña formación del universo” es un caligrama del Big Bang donde la materia, las palabras, parecen expandirse hacia “la memoria y el olvido”.


Juan Andrés García Román nos presenta una poesía labrada, meditada, y en no pocas ocasiones medida, con imágenes de una belleza deslumbrante: “Flores hay / como mundos, / pero es la mariposa reparada con papel celo / la que ha inclinado la balanza hacia la primavera”. En él fondo y forma se conjugan de manera indivisible.


Rubén Martín nos propone una peripecia donde lo prosaico y lo lírico juegan al equilibrio entre versos tachados que nos muestran el envés de la trama, donde la mirada se posa como un pájaro que lleva dentro su jaula.


María Salgado nos presenta una poesía ergódica, posmoderna y declaradamente crítica, que no desdeña la forma del panfleto para despertar la conciencia del lector, en su poesía las ideas se acumulan y disgregan para hacer de la complejidad vórtice y cantil, precipicio y asidero.


Lola Nieto aporta una poesía visceral, esquemática, performativa, con abundantes notas y subnotas, cuadros, guiones, puntos suspensivos, en definitiva un maremágnum de palabras que son el reflejo íntimo de una conciencia desgarrada que siente y piensa en negro sobre blanco, y viceversa.


Jimena Alba, uno de los heterónimos de Julio César Galán, despliega, sin embargo, un estilo propio, inteligente, culto, que homenajea a Fernando Pessoa y a David Bowie, de quienes bebe con fruición para acabar hablando con Zaratustra de tú a tú.


En conclusión, Desobediencia viene a poner sitio a una poesía cada vez más influyente y tal vez la única capaz de reflejar el interior torrencial del poeta que emplea la palabra para decrear el yo.


Gregorio Muelas Bermúdez



sábado, 13 de febrero de 2021

Ñ Manual de autoestima para españoles

 




Ñ Manual de autoestima para españoles
VV. AA.
Olé Libros, 2020


La sociología, como sabemos, es la ciencia que estudia la estructura y funcionamiento de las sociedades humanas pero cuando se trata de “La piel de toro” este estudio se ve lastrado a menudo por la desidia y los prejuicios, que impiden reparar en las numerosas virtudes que nos distinguen del resto y que nos hacen únicos en el mundo. Por eso, para librarnos de estas falsas creencias, de ese masoquismo antropológico, un valiente editor por fin ha apostado por lanzar un libro que ponga de relieve nuestra verdadera idiosincrasia, esa que podemos denominar “factor Ñ”.


El nombre de dicho editor es Toni Alcolea, que bajo su sello Olé Libros ha decidido editar un volumen cuyo título no puede ser más revelador, Ñ Manual de autoestima para españoles, para ello ha contado con la inestimable colaboración de distinguidas plumas y la opinión y valiosa experiencia de adalides de diversas disciplinas en las cuales nuestro país sobresale.


Fiel al cuidado con el que el editor valenciano publica sus títulos, el presente volumen destaca por su calidad y diseño, que no ahorra en detalles, como el hecho de que el libro esté jalonado por las ingeniosas ilustraciones del humorista gráfico vallisoletano J. M. Nieto, galardonado con el prestigioso Premio Mingote de Periodismo.


El volumen se abre con una nota del editor para definir eso que podemos llamar “factor Ñ” o la “fuerza Ñ”, una característica que está en “nuestra conciencia colectiva” y que nos hace “solidarios, fuertes, alegres, visionarios y resistentes a la adversidad”. Esta obra se presenta, pues, como necesaria para que los españoles nos demos cuenta del país que tenemos. Le sigue un texto a modo de introducción firmado por Manuel Vicent, “Por la excelencia”, donde el escritor valenciano destaca algunas materias en las que España es líder en el mundo, como seguridad, sanidad o cultura.


En cuanto a las colaboraciones, éstas no podían ser más pertinentes, veinte autores que tienen mucho que decir sobre la buena salud de nuestro país en muchos de los temas más importantes para el conjunto de los ciudadanos, a saber: Luis María Ansón, de la Real Academia Española, habla de las virtudes de nuestra lengua y traza una perspectiva histórica para señalar al español como uno de los tres grandes idiomas del siglo XXI; Carmen de Rosa Torner, Presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia, señala el liderazgo de nuestro país en materia de igualdad, de hecho España está a la cabeza de Europa en cuanto a mujeres CEO y directivas; Aurelio Soto Suárez, Capitán de Corbeta y Jefe de Comunicación Pública de la UME, destaca el papel de nuestras Fuerzas Armadas, referente internacional por su firme compromiso para preservar la Paz; Santiago Cañizares Ruiz, exfutbolista y analista deportivo, nos habla del orgullo que supone para cualquier deportista vestir la camiseta de la selección; Javier Senent García, Presidente de Cruz Roja Española, señala que los españoles también somos líderes en solidaridad; Antonio Andrés Morejón de Girón Bascuñana, Intendente jefe de Policía Local, sostiene que España es uno de los países más seguros del mundo, “donde se puede pasear por sus calles sin miedo y con todas las garantías que un ciudadano puede desear”; Ferran Garrido, Periodista de Televisión Española, destaca la rica diversidad de nuestro país, “una de las naciones más antiguas del planeta”; Rafael Soler, escritor y poeta, destaca la gran acogida que nuestros poetas tienen fuera de nuestras fronteras y relata la grata experiencia de bienvenida en un encuentro en Nicaragua; David Casinos, atleta paralímpico, abanderado de España en los Juegos de Pekín 2008, narra los orígenes y las gestas importantes del deporte paralímpico de nuestro país, que se ha convertido en referente internacional; Susana Gisbert Grifo, Fiscal contra la Violencia de Género, señala que España es uno de los países líderes en la defensa de los derechos humanos en general y en la lucha contra la corrupción y el terrorismo en particular, siendo además un referente en igualdad de género; Luis Alberto de Cuenca, de la Real Academia de la Historia, destaca que nuestra literatura se cuenta entre las cinco más importantes que existen en el mundo y hace un recorrido histórico desde el Cantar del Cid hasta los poetas de la Generación del 27; Manuel Mira Candel, Periodista, pone en solfa la “leyenda negra” que desde hace quinientos años pesa sobre nuestro país, y que según algunos estudiosos surgió en los Países Bajos como “una auténtica guerra psicológica contra la Monarquía española”; José Juan Sanz, empresario, habla del “sueño español” pues nuestro país destaca por ser una tierra de oportunidades para emprendedores “con buenas ideas que están transformando el mundo en múltiples sectores”; Quique Dacosta, chef, constata que nuestra riqueza gastronómica hace de España “uno de los mejores países del mundo por nuestra cocina”; Bernardo Adam Ferrero, compositor y presidente de honor de la M. I. Academia de la Música Valenciana, pergeña un recorrido histórico de nuestra música, donde descuellan grandes nombres que nos sitúan en un lugar privilegiado en el contexto internacional; Jesús del Real Amado, Doctor en Historia del Arte, escritor y poeta, realiza un pormenorizado e impetuoso estudio de nuestras Bellas Artes, que tanto influyeron a los movimientos de vanguardia; Joaquín Juan Penalva, profesor y poeta, vindica la calidad de nuestro cine, desde Segundo de Chomón a Santiago Segura, y recuerda la fortuna que muchos de nuestros cineastas han tenido en los grandes festivales internacionales; Rafael Hernández Estefanía, cirujano cardiovascular y torácico, destaca los beneficios de nuestro sistema sanitario, que ha logrado que nuestra esperanza de vida sea la más alta entre los países de la Unión Europea; Beatriz Domínguez-Gil, Directora general de la Organización Nacional de Trasplantes, señala a España como uno de los países más generosos e innovadores, hasta el punto de convertirse en el líder mundial en donación y trasplante de órganos.


¿Necesitas más razones para confiar en la capacidad de nuestro país para afrontar los retos del futuro?

Que la “Fuerza Ñ” nos siga acompañando.



Gregorio Muelas Bermúdez



jueves, 11 de febrero de 2021

Poemario colectivo I: El hombre que fue jueves

 




Poemario colectivo I: El hombre que fue jueves
Selección y prólogo de Valerio Cruciani
Editorial Amarante, Salamanca, 2020


Editorial Amarante, grupo editorial con sede en Salamanca, que este año celebra su 10º aniversario (2011-2021), publica Poemario colectivo I : El hombre que fue jueves, título prestado por el grupo poético homónimo que desarrolla su actividad en Logroño y otras poblaciones de La Rioja y cuyo nombre se debe más al día elegido para sus reuniones que a la célebre novela de G. K. Chesterton en la que también se inspira, no es extraño, pues, que el sombrero y la silueta del escritor inglés recorran la cubierta de esta exquisitez de edición en tapa dura.


Nos encontramos, pues, con un volumen antológico que recoge una selección de composiciones inéditas de veinte autores, a cargo del escritor italiano Valerio Cruciani, que además firma un prólogo donde da cuenta de las concomitancias de los poetas seleccionados, un florilegio que según el poeta romano no se acoge a ninguna de las reglas fijadas por Julius Petersen para hablar de “generación literaria”, a saber: edad, caudillaje y estilo; siendo más propio hablar en este caso de “generación espontánea”, forjada por la voluntad de sus organizadores por darse a conocer a través de las redes sociales, tertulias y recitales, y que comparten además del amor a las musas su espíritu libertario y, sobre todo, la necesidad de reivindicar los derechos sociales y criticar los problemas que los comprometen a diario.


He aquí los nombres de los miembros de este heterogéneo grupo que presenta en este primer libro una muestra significativa de sus respectivas poéticas, por orden de aparición: Alejandra Pina, Ana Cuaresma, Julen Manuel Vicente, Jorge Ortiz Robla, Francisco Javier Larrión Orío, Jesús Ruiz Álvarez (J.R. Laguna), José María Fernández Lozano, M.ª Cristina Boyacá Páez, Nuta Craciun, Janina Sfetcu, Gonzalo San Ildefonso, Pilar Gorricho del Castillo, Luis Miguel Oraá Álvarez, Emilio Manuel Martínez Eguren, Arantza Moreno Fernández, Daniela Bartolomé, María del Mar Albero Prieto, Roberto Arróniz Martínez, Santiago Hernáez y Txisko Mandomán Xego.


Cada poeta colabora con cinco o seis poemas precedidos por un breve estudio sobre su alcance, intención e influencia, el conjunto es de una gran diversidad estilística y temática, tal vez no haya mejor manera de reflejar este vital maremágnum que destacando unos versos de cada uno de los autores participantes.


Alejandra Pina: “Sólo perdía las direcciones y los trenes, los nervios se los cosía, / en el dobladillo de la falda, para no perderlos.” (Pantalones y petaka)


Ana Cuaresma: “Tu distancia es un labio de carmín / Inflamado”


Julen Manuel Vicente: “Esa máquina de las maravillas / va a lanzarte haces de rayos equis / con la segura gloria de mostrar tu coxis” (Elogio de los rayos equis)


Jorge Ortiz Robla: “Como figuras geométricas compuestas / al unirnos conseguimos, / otra imagen que mostrar.”


Francisco Javier Larrión Orío: “Rebrota la primavera también en sus heridas.” (Delirios de pasión)


Jesús Ruiz Álvarez: “PRISIONES / QUEEL / RECUERDO / DEJAENTU / MEMORIA (Prisiones)


José María Fernández Lozano: “El techo sigue arriba nítido y claro, / ella duerme yo despierto, más despierto.” (Estrella de mar E)


M.ª Cristina Boyacá Páez: “Y no sabes que nos perdimos / la noche de los nombres, / el día de las palabras.” (Pensador)


Nuta Craciun: “el ojo que se cree vivo ve más allá del vaivén del mundo” (el más bello dolor no existe)


Janina Sfetcu: “La vida es un campo de amapolas, / si las miras de frente” (¡Has de saber!)


Gonzalo San Ildefonso: “Miré al centro del espejo / y observé un dios bipolar / que habitaba en cada uno de nuestros derribos.” (Derribo)


Pilar Gorricho del Castillo: “La memoria es la hija putrefacta / que desde su viciado montículo / abierto al desconcierto, nos señala.” (El subconsciente de las flores)


Luis Miguel Oraá Álvarez: “Ardemos de placeres que no llegan” (Nos peccatum)


Emilio Manuel Martínez Eguren: “¿Y todo en un silencio / casi en límite de no-ser? / Potencia implícita / implica posibilidad” (Paul Celan)


Arantza Moreno Fernández: “Cruzo por fin, sin miedo. Expectante. / Y de pronto, delante de mí… / La nada.” (Marchar)


Daniela Bartolomé: “Será mañana, y yo rezo, para que no brille el alba” (18 de agosto, asesinan el “duende”)


María del Mar Albero Prieto: “Aflora tu talento, sal de ese cuento / haz que crezcan tus alas / y crecerás por dentro.” (Quiérete)


Roberto Arróniz Martínez: “Digan te quiero a las personas que quieren / y esperen nerviosos a ver qué pasa.” (No disparen al pianista)


Santiago Hernáez: “Soy, estoy, vivo, construyendo el hombre, / y cuando de erigir, zurcir, termine, / ceniza volverá a ser mi nombre.” (Construyendo el hombre)


Txisko Mandomán Xego: “Libre y licuefacto doy santo y seña / al centinela pálido del día.” (Blanco-borda la nieve)


El volumen se clausura con una sucinta biografía de cada uno de ellos, casi todos oriundos del norte de la península, con excepción de la madrileña Alejandra Pina; el canario de nacimiento y aragonés de corazón, afincado en Valencia, Jorge Ortiz Robla; y las rumanas Nuta Craciun y Janina Sfetcu.


En definitiva, El hombre que fue jueves nos permite constatar unas voces y descubrir otras; todas cercanas, ninguna os dejará indiferentes en este estimulante ejercicio lírico que promete continuar caminando con el sombrero bien calado.



Gregorio Muelas Bermúdez


lunes, 8 de febrero de 2021

¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso

 




¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso
VV. AA.
Vaso Roto Ediciones, Madrid, 2020


Vaso Roto Ediciones publica el número 150 de su Colección Poesía en una primorosa edición que no solo hará las delicias de los fieles amantes de este género literario, sino también de los fetichistas de lo sublime, su bellísimo título, ¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso y lo divino se convierta en cosa humana, es una suerte de síntesis de la vocación de su creadora, la poeta Jeannette L. Clariond, que con el epígrafe “El largo viaje a casa”, pone las palabras liminares a esta selección de todas las voces líricas que durante quince años han ido conformando un catálogo imprescindible, me atrevería a decir que el más ambicioso y visionario de nuestras letras, desde el primer volumen, Cuatro Salmos de W.S. Merwin, hasta el ciento cuarenta y nueve, Daniel. Voces en duelo. Oficio poético, firmado por dos de las plumas de mayor peso, Chantal Maillard y Piedad Bonnett; un catálogo, como decía, donde han tenido cabida autores de las más diversas corrientes y procedencias, donde Oriente y Occidente se han dado la mano para confeccionar un amplio fresco de obligada lectura para los paladares más exquisitos.


Lo primero que llama la atención de este libro es el volumen en sí pues éste se presenta como un hermoso objeto de coleccionismo, dado su carácter celebratorio la editorial con sede en las dos orillas del Atlántico no ha escatimado en detalles, veamos: tapas duras, elegantes guardas de color rojo -marca de la casa-, señalador de página en forma de cinta de seda del mismo color, y ciento cincuenta grabados del artista chileno Víctor Ramírez, encargado también de la cubierta de este número especial, y que incluye una reproducción firmada de la misma a modo de obsequio.


La palabra es la imagen visible de las cosas”, con esta luminosa frase, que bien podría pasar por aforismo, comienza su prólogo la editora mexicana donde presenta con brillantez y erudición esta antología miscelánea que recorre las tendencias más relevantes de los dos últimos siglos. A lo largo del texto Jeannette L. Clariond reflexiona, entre otras cosas, sobre la función “sagrada” del libro y el poder de la poesía para transformar el mundo, y concluye con otra frase igual de rutilante: “Somos camino insospechado en la nieve”.


El poema “Vaso roto” de James Merrill actúa a modo de prefacio de las ciento cuarenta y nueve composiciones que completan el conjunto, una por cada libro publicado, un bello homenaje a todos aquellos que han derramado sus divinas palabras sobre el lienzo de la página en blanco. Palabras humanas que como veremos dialogan en perfecta armonía con los sinuosos trazos de Víctor Ramírez, capaz de sintetizar con su expresivo estilo una poética figurativa de cada uno de los títulos de la colección, donde también hay que destacar la magnífica e imprescindible labor de editores y traductores.


El conjunto es de una riqueza sin parangón, una amalgama de sensibilidades y estilos donde cada lector podrá encontrar su voz trascendida, su ópalo fuego. Adonis, Anne Carson, Alda Merini, Antonio Gamoneda, Clara Janés, Ossip Mandelstam, Amancio Prada, Ernesto Cardenal, Juan Carlos Mestre, Elizabeth Bishop, Charles Simic, James Merrill, María Negroni, Hugo Mujica, María Ángeles Pérez López, son solo algunas de las ciento cincuenta voces capaces de romper el vaso con el palpitante eco de sus versos: “Astillas presagian ruina desde el suelo”.


Gregorio Muelas Bermúdez