Maldito y bienamado bibelot
Heberto de Sysmo
Baile del Sol Ediciones, Tenerife, 2017
De
indagación saussureana podríamos denominar a este poemario de
Heberto de Sysmo, heterónimo lírico del escritor José Antonio
Olmedo López-Amor, Maldito
y bienamado bibelot,
pues a modo del lingüista suizo el aedo valenciano alumbra una nueva
forma de abordar el signo poético, elaborando una suerte de
metapoesía donde aúna ciencia y creencia, inteligencia y
sentimiento, dicotomías que catalizan el impulso creador del poeta.
Publicado
en la prestigiosa colección “Sitio de fuego” de Baile del Sol
Ediciones, el libro cuenta a priori con dos grandes alicientes, por
un lado ser el poemario ganador del II Certamen Nacional de las
Letras “Isabel Agüera” Ciudad Villa del Río, y por otro el
extraordinario prólogo de José Luis Rey, poeta de referencia del
autor, que señala con gran acierto que es un «libro
de amor al lenguaje, a su aventura radical y lúcida».
En efecto, Heberto de Sysmo se ha propuesto como pocos investigar el
sentido último de aquello que da sentido a todo, el lenguaje que
alienta el pensamiento creativo, crítico.
Quinto
poemario de Heberto de Sysmo, que nos vuelve a sorprender tras La
flor de la vida. Elogio de la geometría sagrada
(Lastura, 2016) con un título tan singular como apodíctico, que
hace referencia al galicismo “bibelot”, inmaterial fetiche que
actúa como trasunto del lenguaje, “patria” del poeta,
herramienta, arma, invento, odiado en ocasiones y siempre amado.
Tras
unas pertinentes notas introductorias de Jesús Leirós León, el
poemario se abre con una cita de Miguel de Unamuno que describe a la
perfección el espíritu que anima el libro: “el que alma encuentra
tras la carne, tras la forma encuentra idea”, en efecto, esa es la
labor del poeta, encontrar la forma idónea, el nombre exacto de las
cosas, para alumbrar un fondo verdadero.
Merece
la pena detenerse en la estructura del libro, dividido en cuatro
partes con títulos tan significativos como las citas que las
acompañan: “Physis”, Friedrich Nietzsche, donde el autor aborda
la naturaleza del lenguaje; “Mathesis”, George Santayana, que
trata del lenguaje como ciencia; “Mímesis”, Prior, sobre la
imitación de la naturaleza por parte de la poética; y “Semiosis”,
Maurice Blanchot, sobre los signos y la creación de significados. En
total cuarenta y nueve poemas, cuarenta y nueve destellos de luz
sonora, en su mayoría breves, pero densos e inteligentes, que
abordan el lenguaje y su capacidad para decirse y decirnos, en
definitiva para expresarnos.
Los
versos de Heberto de Sysmo, de ritmo imparisílabo, donde
heptasílabos, eneasílabos y endecasílabos se suceden con precisión
milimétrica, son fruto de la intuición y el razonamiento, virtudes
del vate humilde que busca la belleza, lejos de los “casi poetas”,
«esos
falsos maestros / presos en versos libres».
Nos
encontramos con un poemario heterodoxo por el tema, complejo por su
contenido, ultramoderno, donde Heberto de Sysmo toma la poesía como
medio de conocimiento de la realidad pues «el
lenguaje es la vida»,
de hecho somos lenguaje que en cada palabra se reinventa pues
crecemos y morimos en la escritura, fuera de ella solo existe la
nada, como señala en el poema “Orgullo letrado”: «La
paz será el silencio».
Gregorio
Muelas Bermúdez