sábado, 30 de marzo de 2019

En el regato

 
 


En el regato,
viendo fluctuar de nuevo
las viejas algas.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



jueves, 21 de marzo de 2019

Un poema de Estado de Acedia

 
 
 


Estado de Acedia
Gregorio Muelas Bermúdez
Editora Gato Bravo, Lisboa, 2019
 
Portada de Pepe Aledo
Traducción de Sandra Santos
Prólogo de Blas Muñoz Pizarro
 
 
 
EPITAFIO VENECIANO


A Joseph Brodsky, San Michele


La plaza está vacía,
las farolas se apagan lentamente.
Una noche cerrada
amenaza los ángulos del agua
donde se hacinan restos de basura
de mercaderes y turistas.

En este laberinto de canales,
donde columnas, pórticos y estatuas
martirizan a mis grises pupilas,
todo se difumina como un sueño
marcado por la doble belleza de un paisaje
capaz de prescindir de mí.
 
 
 
EPITÁFIO VENEZIANO


A Joseph Brodsky, San Michele


A praça está vazia,
os candeeiros apagam-se lentamente.
Uma noite cerrada
ameaça os ângulos da água
onde se acumulam restos de lixo
de mercadores e turistas.


Neste labirinto de canais,
onde colunas, pórticos e estátuas
martirizam as minhas cinéreas pupilas,
tudo se esfuma como um sonho
marcado pela dupla beleza duma paisagem
capaz de prescindir de mim.
 
 




lunes, 11 de marzo de 2019

Desde los meses más al sur. Ana María Arroyo

 
 


Desde los meses más al sur
Ana María Arroyo
Unaria Ediciones, Castellón, 2017
 
 
Desde los meses más al sur es el curioso título del tercer libro de una poeta con voz propia, Ana María Arroyo, que ya en su anterior poemario, Trece sueños rojos (Bohodón Ediciones, 2013), había demostrado su madurez creativa a través de la experiencia dolorosa de los sueños.

Publicado en la colección LIV de Unaria Ediciones, que dirige desde Castellón de la Plana la poeta Amelia Díaz Benlliure, el libro se abre con una enigmática cita de Rainer María Rilke, que reza “Sé que el tiempo, no se llama como tú”, que nos invita a adentrarnos en las dos partes que estructuran el poemario, los cincuenta primeros poemas, sin epígrafes, y “Noviembre, mi sur. (Cómo tú me enseñaste)”, integrado por veintidós composiciones que como en el apartado anterior se caracterizan por su brevedad y concisión y el hecho de empezar en minúscula, pues los poemas son fragmentos de un todo que está fuera del papel.

El primer poema es una declaración de intenciones: “Tendrás que amar las mariposas de junio...”, donde la autora consigue ahormar el verso libre a sus intenciones, construyendo un estilo muy peculiar marcado por el dolor y el grito porque “escribir es el tacto / para desmembrar los ocasos”, así Ana María Arroyo aborda temas personales y sociales con un lenguaje aparentemente críptico, fruto de un esmerado cedazo.

Nos encontramos con un poemario que hurga en la historia del dolor porque “no existe la eternidad de la esperanza”, sin embargo la poeta presta su carne a la poesía, “única frontera”, para contar los meses y las heridas. Desde enero a noviembre viste de negro el papel en blanco que “se asemeja tanto al vacío” para hallar la luz, el amor, que “se escribe con letras de mujer”, en medio de la monótona oscuridad.
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez