jueves, 10 de marzo de 2016

Motivos personales. José Luis Morante

 
 



Motivos personales
 
José Luis Morante
 
La Isla de Siltolá, Sevilla, 2015
 
 
Ediciones de la Isla de Siltolá publica en su colección “Aforismos” el nuevo libro del poeta y crítico literario José Luis Morante Martín, titulado Motivos personales. El escritor abulense afincado en Rivas, reúne en el presente volumen casi seiscientos aforismos escritos entre 2010 y 2013.
Morante es autor de ocho poemarios, desde su debut en 1990 con Rotonda con estatuas (Asociación de Escritores y Artistas españoles) hasta su más reciente creación, Ninguna parte (La Isla de Siltolá, 2013). En la antología Mapa de ruta (Maillot Amarillo, 2010) compendia los siete primeros. Pero también se ha destacado en la prosa, con títulos como el diario Reencuentros (LF Ediciones, 2007), y el libro de aforismos Mejores días (De la luna libros, 2009), y en el estudio, antología y edición de poetas, como Luis Felipe Comendador, a quien dedica el libro que nos ocupa, Herme G. Donis, Joan Margarit, Luis García Montero y Eloy Sánchez Rosillo, los tres últimos en la prestigiosa colección Letras Hispánicas, de Ediciones Cátedra. Todo ello da cuenta de una incesante y encomiable labor literaria que ha merecido el Premio Espadaña por el conjunto de su obra.
Las citas de Lao Zi, Jorge Luis Borges y Nicanor Parra nos introducen en un libro donde se dan cita los más diversos asuntos y temas, que José Luis Morante trata con la lucidez y el ingenio de un verdadero analista.
Cada náufrago reclama para sí la madera raída”, con este aforismo se inicia toda una imaginería lingüística que se ha de degustar con la meditación necesaria, Morante nos invita a reflexionar sobre cientos de asuntos cotidianos, que requieren el tiempo que merecen. Con gracia y sabiduría el autor nos muestra su visión paralela, una visión, por otra parte, imbuida de múltiples lecturas y experiencias, porque si hay un tema donde el autor aporta inestimables matices es el de la propia creación literaria, y lo hace con vuelo lírico, hondura y sapiencia.
José Luis Morante vierte con habilidad sentencias y apotegmas donde se dan cita autores universales, como Oscar Wilde, Charles Baudelaire, Robert Louis Stevenson, Julio Cortázar o José Saramago, con otros más cercanos por magisterio y afecto, como Jaime Gil de Biedma, Ángel González o José Ángel Valente. La poesía es, sin duda, uno de los temas esenciales, donde Morante demuestra su oficio y destreza.
José Luis Morante emplea multitud de recursos para verter sus motivos personales, pues no hay poco de biográfico en estas máximas, el autor sabe que su vida es su materia y sobre ella construye un organismo constituido por numerosas preguntas y algunas respuestas, pues sin incertidumbre no habría inquietud ni conocimiento. El autor duda pero su intuición y cultura son el mejor asidero ante una realidad a menudo incierta.
Abundan pues las citas, que le sirven al autor para asentir o reflexionar sobre aspectos concretos del quehacer literario. Tampoco falta la greguería, veamos un excelente ejemplo:
CEGUERA: onda expansiva del fogonazo.
Y es que el libro está plagado de fulgurantes destellos, Morante se entrega a la estimulante tarea de redefinir algunos términos para otorgarles un nuevo significado a la luz de una conciencia crítica. He aquí dos claras muestras:
ERRATAS. Impagables ejemplos de franqueza gráfica.”
SPLEEN. Líneas para sugerir la densidad filosófica del bostezo.”
De nuevo vuelve Morante al pensador chino Lao Zi para concluir la obra con una de sus célebres sentencias: “Cumplida la obra, retirarse:/ tal es el curso del cielo”. El comentario de la contraportada de Luis Felipe Comendador cierra un libro tan versátil como íntimo para conocer la idiosincrasia de un autor fundamental en el actual panorama literario.



No hay comentarios:

Publicar un comentario