Motivos personales
José Luis Morante
La Isla de Siltolá, Sevilla, 2015
Ediciones de la Isla de Siltolá publica en su
colección “Aforismos” el nuevo libro del poeta y crítico literario José Luis
Morante Martín, titulado Motivos
personales. El escritor abulense afincado en Rivas, reúne en el presente
volumen casi seiscientos aforismos escritos entre 2010 y 2013.
Morante es autor de ocho poemarios, desde su debut
en 1990 con Rotonda con estatuas
(Asociación de Escritores y Artistas españoles) hasta su más reciente creación,
Ninguna parte (La Isla de Siltolá, 2013).
En la antología Mapa de ruta (Maillot
Amarillo, 2010) compendia los siete primeros. Pero también se ha destacado en
la prosa, con títulos como el diario Reencuentros
(LF Ediciones, 2007), y el libro de aforismos Mejores días (De la luna libros, 2009), y en el estudio, antología
y edición de poetas, como Luis Felipe Comendador, a quien dedica el libro que
nos ocupa, Herme G. Donis, Joan Margarit, Luis García Montero y Eloy Sánchez
Rosillo, los tres últimos en la prestigiosa colección Letras Hispánicas, de
Ediciones Cátedra. Todo ello da cuenta de una incesante y encomiable labor
literaria que ha merecido el Premio Espadaña por el conjunto de su obra.
Las citas de Lao Zi, Jorge Luis Borges y Nicanor
Parra nos introducen en un libro donde se dan cita los más diversos asuntos y temas,
que José Luis Morante trata con la lucidez y el ingenio de un verdadero
analista.
“Cada náufrago
reclama para sí la madera raída”, con este aforismo se inicia toda una
imaginería lingüística que se ha de degustar con la meditación necesaria,
Morante nos invita a reflexionar sobre cientos de asuntos cotidianos, que requieren
el tiempo que merecen. Con gracia y sabiduría el autor nos muestra su visión
paralela, una visión, por otra parte, imbuida de múltiples lecturas y
experiencias, porque si hay un tema donde el autor aporta inestimables matices
es el de la propia creación literaria, y lo hace con vuelo lírico, hondura y
sapiencia.
José Luis Morante vierte con habilidad sentencias y
apotegmas donde se dan cita autores universales, como Oscar Wilde, Charles
Baudelaire, Robert Louis Stevenson, Julio Cortázar o José Saramago, con otros
más cercanos por magisterio y afecto, como Jaime Gil de Biedma, Ángel González
o José Ángel Valente. La poesía es, sin duda, uno de los temas esenciales,
donde Morante demuestra su oficio y destreza.
José Luis Morante emplea multitud de recursos para
verter sus motivos personales, pues
no hay poco de biográfico en estas máximas, el autor sabe que su vida es su
materia y sobre ella construye un organismo constituido por numerosas preguntas
y algunas respuestas, pues sin incertidumbre no habría inquietud ni
conocimiento. El autor duda pero su intuición y cultura son el mejor asidero
ante una realidad a menudo incierta.
Abundan pues las citas, que le sirven al autor para
asentir o reflexionar sobre aspectos concretos del quehacer literario. Tampoco
falta la greguería, veamos un excelente ejemplo:
“CEGUERA: onda
expansiva del fogonazo.”
Y es que el libro está plagado de fulgurantes
destellos, Morante se entrega a la estimulante tarea de redefinir algunos
términos para otorgarles un nuevo significado a la luz de una conciencia
crítica. He aquí dos claras muestras:
“ERRATAS.
Impagables ejemplos de franqueza gráfica.”
“SPLEEN.
Líneas para sugerir la densidad filosófica del bostezo.”
De nuevo vuelve Morante al pensador chino Lao Zi
para concluir la obra con una de sus célebres sentencias: “Cumplida la obra, retirarse:/ tal es el curso del cielo”. El
comentario de la contraportada de Luis Felipe Comendador cierra un libro tan
versátil como íntimo para conocer la idiosincrasia de un autor fundamental en
el actual panorama literario.
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