miércoles, 2 de marzo de 2016

La zanja. Nuria Ruiz de Viñaspre

 
 



La zanja
 
Nuria Ruiz de Viñaspre
 
Editorial Denes, Paiporta, 2015
 
 
XII Premio César Simón de Poesía 2015, la Editorial Denes publica en el número 115 de su impecable colección Calabria, dirigida por Vicent Berenguer, el nuevo poemario de la escritora logroñesa Nuria Ruiz de Viñaspre, una autora que ha demostrado desde su primer libro, El mar de los suicidas y otros poemas (Huerga & Fierro, 1999), poseer una trayectoria tan deslumbrante como fructífera, donde cada poemario es un hito en ese camino de perfección que debe ser la vida literaria.
La zanja, que da título al libro, es el símbolo recurrente que vehicula todo el poemario, así la zanja se nos muestra en sus más diversas acepciones, unas veces como surco, otras como fosa, pero también como frontera (Gaza, Zanja Franja) y marcando la distancia y la intimidad de los cuerpos.
Lo primero que llama la atención en este espléndido poemario es su forma vanguardista, donde los poemas se (des)ordenan de acuerdo con el sentido de los mismos, dicha forma también se advierte a nivel ortográfico, así los puntos y las comas, cuando aparecen, no adoptan su uso tradicional, sino como cesura o sutura. Por su extravagante lógica, peculiar empleo de la metáfora, síntesis de imágenes y fusión de verso y plástica, este poemario se aproxima a los principios estéticos del mejor ultraísmo.
En este volumen encontramos poemas de las más diversos metros, los hay de dos versos, de dos páginas, en prosa, con estrofas en cursiva, versos dispuestos en cascada. Todo denota un empleo del lenguaje que se sabe maleable, que está ahí para mejor uso del poeta, verdadero creador de lenguaje, un lenguaje que dice y hace y que deja su huella de manera simbólica en la mirada y el adentro del lector activo, de conciencia abierta.
El poemario se divide en cuatro apartados, con un breve poema introductorio (conmigo…) que da cuenta  de la acción de entregarse a lo interminable, que es la acción de escribir. La primera parte, que lleva por título “Ciervos en zanjas”, es una declaración de principios morales, tomando como pretexto la Biblia, así parte de algunos pasajes clásicos para desembocar en el más puro surrealismo, donde el vocablo “ciervo” sustituye al original para acentuar su mensaje, que culmina con un ciervo se ha estampado en mi bolso.
La segunda parte, titulada “Pico”, alude al primero de los utensilios necesarios para hacer o deshacer la zanja. Una cita de Clarice Lispector introduce el contenido de esta parte donde el oficio de escribir ayuda al descontrol necesario para la libertad de expresión. Si el lenguaje es fuente de subversión y crítica, Nuria Ruiz de Viñaspre lo emplea con toda su agudeza gracias al trasunto y la metáfora, parece que Nuria Ruiz se desprende del lenguaje tradicional para orillar un nuevo cauce de expresión que le permita desposeerse de las ataduras que el propio lenguaje, como instrumento de dominio, impone: la desposesión del lenguaje/ te regalo mis zanjas/ -le dije-/ y así fuimos des-enterrando cuerpos.
En la tercera parte, que lleva el significativo título de “Pala”, Nuria completa el binomio y ahonda más, si cabe, en su actitud crítica, ya el brevísimo poema inicial: ex/ -cavo/ el poema, marca la pauta, ahora la autora pone en juego las palabras en un ejercicio de raigambre conceptista que se acentuará en los últimos poemas.
La cuarta parte, titulada “Zanja”, es el producto de las dos anteriores, ahora los poemas se sirven de la prosa para ordenar el fondo sobre el que caen los versos, que al principio se precipitan (ser/ no ser) para hilvanar un discurso aparentemente caótico e irracional pero que tiene mucho de metapoética (Blancanieves destruye la métrica con sus manos macrófagas). Todo conduce a la identificación final entre palabra y cuerpo, que es el destinatario de la zanja que Nuria Ruiz nos ha abierto en la conciencia a golpe de palabras, que se descomponen (bla/ bla/ bla) hasta el blanco de la página.
En definitiva, nos encontramos ante un poemario que resalta por lo arriesgado de su propuesta, la originalidad de su discurso y su indagación en la función del lenguaje y la escritura en una sociedad mediatizada por los imperativos de un sistema que precisamente se sirve del lenguaje para imponer sus leyes y sus normas, se trata pues de una lectura apasionante que siempre estimula y a veces desconcierta pero que nunca deja indiferente al lector activo en busca de una buena dosis de esperanza.



No hay comentarios:

Publicar un comentario