sábado, 22 de octubre de 2016

Tard o d´hora. Marc Granell

 
 


Tard o d´hora
Marc Granell
Editorial Denes, Paiporta, 2006
 
 
Tard o d´hora es el último poemario hasta la fecha de Marc Granell (1953), el poeta valenciano es una de las voces más sólidas de la poesía en lengua catalana en el País Valenciano, autor de obras tan relevantes como Llarg camí llarg (Eliseu Climent, 1977), que le valió el Premi Vicent Andrés Estellés, Refugi absent (Mall, 1979) o la popular Versos per a Anna (Bromera, 1998).

Publicado por Editorial Denes en el número 60 de su colección de poesía “Edicions de la Guerra”, que dirige Vicent Berenguer, este libro reúne cuarenta y nueve poemas divididos en cinco secciones: “Poemes del caminant”, “Galeria”, “Mentre el camí”, “In memoriam”, “Quadern de camp”.


Destaca en este poemario cierta tendencia culturalista pues son numerosas las referencias y los referentes que Marc Granell cita o en los cuales se inspira, es el caso de Joseph Brodsky, que abre el libro, del pintor Antoni Miró, de Antonio Machado, cuya estela se deja sentir sensiblemente, del escultor Eduardo Chillida, y del cantante y actor Ovidi Montllor, a quien dedica una emotiva composición: “Fa deu anys que fa fosc i fa silenci./ Torna y encén/ de nou el món.

Marc Granell hace gala de un estilo sencillo, que denota un gran trabajo de precisión, sus versos cantan el amanecer, el otoño, el mar o las estrellas y lo hacen con concisión y elegancia. Pero su voz también se hace eco de las injusticias sociales y se solidariza con “Els expulsats”, o reivindica el papel de los poetas en la sociedad: “Els poetes són els éssers/ més imprescindiblement inútils/ que hi ha sobre la terra.

Pero hay dos temas que brillan con especial intensidad, se trata del paisaje y el amor romántico, éste último se expresa de muy diversas maneras pero siempre de forma concisa para concitar todo el color y el dolor que su presencia o ausencia provoca: “El camí cap a tu/ és tot verd i és amb sol/ i a les vores li creixen/ mirades i cançons./ Les cançons que cantaves/ mentre et mirava jo.

La presencia del paisaje trasciende la mera contemplación para reflexionar sobre la existencia, así el Arno, Patmos, Alexanderplatz o el Pont-Neuf, coexisten con el paisaje nostálgico del Cabanyal o el sequer de la infancia, donde jugaba con su hermano Manuel “a ser exploradors” de Birmania o “cowboys fornits” en Fort Apache, cuando “l´estiu era etern”.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez
 
 
 



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