jueves, 3 de enero de 2019

Gracias, distancia. Antonio Cabrera

 
 


Gracias, distancia
Antonio Cabrera
Cuadernos del Vigía, Granada, 2018
 
 
Antonio Cabrera (Medina Sidonia, 1958) vuelve a las librerías después del accidente que desde hace un año lo mantiene en una silla de ruedas. El poeta gaditano afincado en tierras valencianas demuestra un encomiable coraje y un inquebrantable vigor con la publicación de su nuevo libro, Gracias, distancia, -título que evoca al clásico Gracias, niebla de W. H. Auden- colección de aforismos editada por Cuadernos del Vigía con la elegancia que la editorial granadina nos tiene acostumbrados. Un libro que los que seguimos y admiramos la obra de Cabrera no podemos dejar de celebrar pues el autor de En la estación perpetua (XII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe, Visor, 2000) o Piedras al agua (Tusquets, 2010), vuelve a demostrar su inteligencia y buen hacer en aforemas y sentencias de diversa temática, y es que Cabrera al escribir este libro también nos ofrece el tiempo para meditarlo en profundidad.

El volumen se divide en seis secciones con significativos epígrafes: “Parecido al viento”, la primera y la más extensa; “Desde César Simón”, referente ineludible para los poetas valencianos de su generación; sigue una parte metapoética; “La letra celebrada”; “Luz”; y “Sobre la pintura”. Secciones que lejos de centrarse en un tema comparten una vocación abierta, en ocasiones intercambiable, pues el pensamiento filosófico de Cabrera incita a la indagación multidisciplinar, he aquí cuatro lúcidos ejemplos:

La conciencia del paisaje incluye multitud de cosas que no están en el paisaje.”

Quien se prepara café presiente certidumbres.”

Me aburre la fantasía”.

El tedio es una duna”.

No se puede decir más en una sola oración y es que Antonio Cabrera no es un neófito en el género pues ya en un libro anterior, El desapercibido (Pepitas de calabaza, 2016), el autor nos invitaba a reflexionar sobre muy diversos temas a través de una prosa serena y fluida que albergaba no pocos aforismos. El paisaje y sus elementos, la poesía y la pintura centran el nuevo discurso de Cabrera en una suerte de poética con forma de destellos.
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez






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