Río Mekong
Verónica Aranda
Cartonera Island, La Laguna, 2018
Verónica
Aranda publica su nuevo cuaderno de haikus, Río
Mekong, en la
Colección 31 de Cartonera Island, una exquisita edición limitada a
treinta y un ejemplares donde todas las cubiertas han sido cortadas,
pintadas y encuadernadas a mano. Los treinta y un haikus que integran
este breve volumen vienen precedidos por un bellísimo sumi-e de
Manes Sánchez que ilustra un tramo del caudaloso río que fluye a
través de seis países, China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y
Vietnam, hasta desembocar en el mar de la China Meridional.
La
poeta madrileña es una amante de la estrofa japonesa y como ya hizo
en anteriores entregas, Senda
de sauces. 99 haikus
(Amargord, 2011) y Lluvias
continuas. Ciento un haikus
(Polibea, 2014), nos vuelve a deleitar con su delicada escritura, con
su sensibilidad, siguiendo el curso del “río de los nueve
dragones” desde el comienzo del año:
Sol
abrasante.
El
músico ciego
susurra
¡feliz año!
Verónica
Aranda emprende un viaje iniciático por el caudaloso río donde es
testigo del clima cambiante (calor, lluvia, monzón) que caracteriza
a esta región del Sureste asiático, y de las sencillas costumbres
de sus humildes gentes, pescadores de ostras, antiguos combatientes,
vendedoras ancianas, monjes budistas, saltimbanquis. La poeta
consigue plasmar los aromas, los colores y el ritmo de vida pausado
que dicta el fluido continuo de uno de los ríos más largos del
mundo.
Bajo
los farolillos
de
colores
asan
serpientes
En
cuanto a la forma, Verónica Aranda se desprende del rígido corsé
del “canon occidental” (5-7-5) y opta por una forma oriental, con
moras de cuatro a diez sílabas que le permiten captar la salvaje
naturaleza de un río rebosante de vida, donde peces (carpas,
truchas), flores (lirios, lotos, nenúfares) y barqueros coexisten en
armonía.
Los
haikus de Verónica Aranda están impregnados del dulce olor de
piñas, lichis y mandarinas, de serena espiritualidad, de fuertes
contrastes, de aware:
Mediodía.
En
pleno arrozal,
unas
tumbas.
En
conclusión, Verónica Aranda nos ofrece un dibujo realista, vivaz,
treinta y un destellos de un mundo flotante.
Gregorio
Muelas Bermúdez
Reseña publicada en el nº 43 de la Gaceta Internacional de Haiku Hojas en la acera
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