Octante luna
Elías Dávila Silva
Ediciones Casa del Poeta, Capulhuac, Estado de México, 2019
Octante
luna es el bello
título del nuevo libro de haikus de Elías Dávila Silva (San Pedro
Totoltepec, Toluca, 1966), que ya había dado a la imprenta Vitral
de instantes (Chimal
Editores, 2011). Ocho años después nos ofrece este volumen,
editado artesanalmente por Casa del Poeta Dolores Castro, con una
viñeta de portada de Francisco Navarro Ruiz, donde el haijin
mexicano
reúne cuarenta y tres composiciones sin división en partes, sino
como un continuo donde la naturaleza obra su milagro cotidiano ante
la mirada atenta del poeta, que sabe estar en el mundo con la
humildad que la estrofa japonesa requiere. Y es que con tan solo dos
títulos Elías Dávila ya se ha erigido como uno de los más
singulares cultivadores de lo que podríamos denominar “haiku
verdadero”.
Como
veremos a lo largo del texto, el poeta no se ciñe al “canon
occidental” de diecisiete sílabas o moras, que su compatriota
Octavio Paz fijara en sus traducciones de Basho, pues los sucesos del
mundo que contempla superan ese estrecho corsé para expandir su
significado:
Charco
en la acera
El
perro al beber enturbia el agua
donde
se refleja el cielo.
Los
haikus de Elías Dávila Silva destacan por la originalidad de su
punto de vista pues rehuye lugares comunes para captar instantes
donde el hecho más mínimo se convierte en auténtico hallazgo
estético:
Músico
mendicante
Al
vaso sin monedas
cae
una hoja de otoño.
Como
nos advierte el título, la luna será una de las grandes
protagonistas del conjunto, sobre todo en la parte final, donde ésta
aparece reflejada en una pila bautismal o arroja su luz sobre los
alcatraces. También los pájaros adquieren una especial
significación, así el gorrión, el faisán, el cuervo, las
alondras, el búho o una paloma reclaman la atención del poeta, que
sabe eternizar ese suceso que le ofrece la naturaleza con sencillez y
elegancia.
Pero
también podemos apreciar algún atisbo de haiku filosófico, donde
se deja sentir una reflexión sobre aquello que incide en la
naturaleza del ser que contempla:
Dientes
de metal
El
reloj tritura tiempo
y
vida también.
En
definitiva es vida lo que Elías Dávila Silva consigue retener en el
centro de los páginas de este “librín”, como le gusta llamarlo
el autor, que a pesar de su pequeño tamaño logra albergar las fases
de la Luna en forma de grandes haikus.
Gregorio
Muelas Bermúdez
Reseña publicada en el nº 44 de la Gaceta Internacional de Haiku Hojas en la acera
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