Hogueras de la carne
Pedro Juan Gomila Martorell
Ed. La Lucerna, Palma, 2017
Hogueras
de la carne es la
culminación de la tetralogía Eidolon
del poeta mallorquín Pedro Juan Gomila Martorell. Como en las
entregas anteriores (Arcadia
desolada,
En la tierra de
Nod,
La pasión según
Dioniso)
publica Ed. La Lucerna, con una ilustración de portada de Nando Ros.
El
volumen cuenta con un extenso prólogo de Ramón Bascuñana, que bajo
el sugerente título “La destrucción, el fuego” desgrana con
sabia agudeza algunas de las claves compositivas del libro. Dice
Bascuñana: “La poesía de Gomila se construye sobre una herida
abierta que supura y no acaba de cicatrizar nunca”. En efecto, la
obra de Martorell es un grito esperanzado contra la hipocresía
social y la sumisión a un sistema que parece auspiciar lo que en
verdad coarta, la libertad intrínseca del individuo. Es precisamente
la serie que nos ocupa el itinerario poético de una identidad en
busca de una expresión libre de prejuicios, y lo hace a través de
un lenguaje elegante y refinado, cargado de mitología y simbolismos,
donde “todo empieza con la turbulencia”.
Gomila
Martorell es un poeta apasionado que pone la carne en la hoguera
porque solo en la “fluencia hay compromiso”. Así, con el alma
encendida y el corazón tembloroso, el poeta se desmanda en unos
versos de arte mayor, con preferencia por el endecasílabo y el
dodecasílabo. Entre cultismos, arcaísmos y múltiples referencias
culturales y filosóficas, el poeta desarrolla un mensaje dionisíaco
que sabe que en el fuego está la virtud de la ceniza.
“Pero
abierto mar azul de la memoria”, así concluye esta “epopeya
íntima” (Bascuñana dixit), un poemario singular que supera el
clasicismo de su forma con el orfismo de su fondo, donde Pedro Juan
Gomila Martorell apela a la memoria contra la brevedad y el olvido,
en definitiva contra el límite del cuerpo.
Gregorio
Muelas Bermúdez
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