lunes, 27 de agosto de 2018

Ars moriendi. André Cruchaga

 
 


Ars moriendi
André Cruchaga
Teseo Ediciones, El Salvador, 2018
 
 
La poética de André Cruchaga (El Salvador, 1957) posee un decir único fruto de una densa introspección que se devana de forma torrencial en versos de honda raíz surrealista donde el autor, sensible a todo lo que le rodea, ausculta el acontecer de las cosas. Ars moriendi es la nueva entrega de este insigne y prolífico poeta salvadoreño, la publica Teseo Ediciones con un excelente prólogo de Teresa Moncayo, que rotula con el juanramoniano “La forma de su huida”, y un atinente comentario de contraportada del poeta valenciano Pere Bessó, que ya vertió al catalán el anterior poemario de Cruchaga, Calles / Carrers (2017).

De nuevo el verso libre es el vehículo de expresión para el alma de un autor que acepta la muerte, tema central del libro, como la eterna aliada del poeta que canta los “instantes fenecidos”. Este poemario, integrado por setenta y cinco composiciones con el inconfundible estilo grave que Cruchaga atesora, se inicia con “Álbum del viento”, hecho de instantáneas tan efímeras como “las hojas de otoño, los destinos del rocío”, a las que, sin embargo, el poeta se aferra procurando “vivir lo que muere”; y acaba en el monólogo en prosa “La muerte del poema”, un epígrafe harto significativo para una composición donde desaparecen hasta los signos de puntuación, “las varices del abecedario...”.

Por el camino André Cruchaga nos ofrece poemas sobre la duración del tiempo, la decadencia y el caos, y es que el autor lleva las palabras “hasta la agonía de la garganta”. Destaca la congruencia de las citas, donde encontramos desde frases de grandes narradores latinoamericanos, como Bolaño o Skármeta, hasta fragmentos de letras de canciones de grupos de rock tan conocidos como The Doors, Jimi Hendrix, Ramones o Pink Floyd; y la asunción de dos imágenes recurrentes, el reloj, que marca el “tiempo acumulado en cementerios”, y el espejo, como reflejo soñado del breve lapso que nos queda.
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



No hay comentarios:

Publicar un comentario