Lágrima de mar
Mariajosé Sangorrín García
Verba Manent, 2017
Lágrima
de mar es la primera
obra de la poeta navarra afincada en Castellón de la Plana Mariajosé
Sangorrín García (1951), que ha decidido publicarla en la Colección
Verba Manent, grupo que con este volumen inicia su propia senda
editorial. El libro cuenta de entrada con diversos alicientes: una
bella ilustración de portada con forma de medusa, obra de Antoni
Albalat Salanova, y un interesante texto de contraportada de la poeta
Cristina Penalva Pastor.
Ya
en su interior encontramos un oportuno prólogo de Soledad Benages
Amorós, coordinadora de Verba Manent, amiga y compañera de versos
en “Poetas sin sofá”, a quienes Sangorrín dedica el poemario,
donde la poeta de L´Alcora apunta algunas claves interpretativas y
realiza un breve recorrido por las influencias literarias de la
autora.
Si
la poesía es un don, como señala la cita de María Zambrano que
inaugura el libro, Mariajosé Sangorrín nos lo ofrece con destreza y
generosidad en un poemario extenso, compuesto por más de setenta
poemas divididos en tres grandes apartados con los siguientes
rótulos: “Tiempo por vivir”, “Lágrima de mar” y “Poemas
del viaje”.
La
poesía de Mariajosé Sangorrín es de dicción clara y honesta, para
ella todo el tiempo es poesía pues ésta se filtra en cada instante
de su continuo transcurrir. Una pasión vocacional que la ha motivado
a hilvanar un libro de lágrimas luminosas que renacen cada día en
forma de palabras. La poeta sabe que la palabra es vida y memoria por
eso “uno encuentra su origen allí / donde su final”.
Marijosé
Sangorrín aborda multitud de temas, algunos desgarradores, como en
“Chernobil”, sobre el célebre desastre nuclear, o en “Siglo
veintiuno Ciudad Juárez”, “donde el miedo tiene rostro de
mujer”, pero también dispone un lugar para la ternura, no hay más
que leer el segmento “Re-volotear” donde a la delicadeza de los
versos acompaña unas bellas ilustraciones de pájaros de M.ª Jesús
Sangorrín y los ecos musicales de Mendelssohn y Leopold Mozart
(“Sinfonía de los juguetes”); y el amor:
“… veo
en ti lo mejor de mí
y
lo nombro para que pueda ser.
Amor
amar ser en Otro.”
Por
último, destacan sus poemas viajeros, que desde Amman a Colorado,
pasando por Estambul y Vietnam, nos trasladan a los paisajes humanos
de los más distantes lugares del globo. Y es que Marijosé Sangorrín
es capaz de leer a Kant, mirar el Facebook, cocinar bacalao y
entregarnos su palabra limpia, sin artificios de diccionógrafo,
pues su alquimia convierte las cicatrices “en la más bella y
valiosa celebración”.
Gregorio
Muelas Bermúdez
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