viernes, 28 de junio de 2019

Estado de Acedia. Melancolía

 
 



No contemplar
ante el espejo el rostro,
sino el vacío.
Qué vértigo mirar
al fondo de uno mismo.


Não contemplar
perante o espelho o rosto,
mas sim o vazio.
Que vertigem observar
o fundo de si mesmo.



De Estado de Acedia (Editora Gato Bravo, 2019)

Traducción al portugués: Sandra Santos




jueves, 20 de junio de 2019

Bajo la esfera de la indigencia. Prólogo

 
 



Prólogo

EL HONOR Y LA GLORIA
 

    Fernando Recuenco Abarca ha escrito una novela histórica en el mejor y más extenso sentido del género, Bajo la esfera de la indigencia se puede adscribir por su intención y estilo dentro de la gran tradición realista, y aventurera, de la novelística europea de mediados del siglo XIX, donde el protagonista, Deviné Sefarov, oriundo de la región de los Alpes-Ródano, va forjando su carácter durante un período convulso de la historia francesa a través de diversas vicisitudes que gracias a su instinto de supervivencia consigue ir superando, adquiriendo la experiencia necesaria para afrontar las venideras, desde su dura niñez y adolescencia ayudando a sus padres en las labores del campo y el ganado en un pueblecito sencillo, para después ingresar en el Liceo, llegando a ser maestro del mismo, hasta que un día, contra la voluntad de sus padres, ingresa en la marina francesa posterior al Congreso de Viena, pasando por la desaparición de su hermano, Marceur, durante la retirada de la Grande Armée de Napoleón en la campaña contra la Rusia del zar Alejandro I, en 1812.

    Fernando Recuenco acierta con la forma idónea para narrar el conflicto del protagonista, se inspira para ello en los grandes clásicos de la época, así en su prosa resuenan ecos del León Tolstói de Guerra y Paz (1865-1869), o el Fiodor Dostoievski de Memorias del subsuelo (1864). Con tan notables referentes el narrador desarrolla la obra, vertiendo su punto de vista a través de Deviné sobre hechos que fueron motivo de gran controversia, como el incidente de la fragata Meduse frente a las costas de Mauritania y la mítica balsa, inmortalizada por Géricault, en la que unos pocos valientes fueron capaces de sobrevivir al abrazo mortal de las olas. La huida de Deviné y la creación de una nueva identidad para tratar de preservar su libertad será el eje principal de la narración, donde la verdad y el amor se impondrán al temor a la policía.

    Durante la trayectoria del personaje asistimos al ascenso y caída de un Imperio, el Napoleónico (1804-1815), que instauró una nueva forma de entender el Estado y un nuevo concepto de gobierno basado en el paternalismo patriótico y la estructura en departamentos que a la postre supuso una modernización de los mecanismos de gobierno que trataba de superar el anquilosamiento de los mecanismos imperantes a finales del siglo XVIII y que desembocaron en la Revolución francesa. Será durante la restauración borbónica con el segundo reinado de Luis XVIII (1815-1824) cuando Deviné alcance su madurez y se desencadenen los principales hechos de la obra.

    Pero más allá de los hechos puramente históricos, que sin duda determinarán la actuación de los personajes y que el autor logra ilustrar de manera exacta y sucinta, Fernando Recuenco consigue dotar al protagonista de una notable profundidad psicológica a través de la minuciosa descripción de las causas y consecuencias de sus actos, y el empleo de una prosa elegante, refinada en el cultivo de la lectura meditativa, que en muchos pasajes alcanza la excelencia por medio de un lirismo evocador, embriagador en ocasiones, no hay más que leer el primer capítulo de la novela donde el autor relata con exquisito detalle las labores del campo por parte del padre y el oficio del telar de la madre y la abuela.

    El argumento nos recuerda a las grandes epopeyas de los protagonistas de las novelas de Alejandro Dumas, Edmundo Dantès en El conde de Montecristo (1845-46), y Victor Hugo, Jean Valjean en Los Miserables (1862). Pero en el caso de Fernando Recuenco, seremos testigos más de dicha evolución psicológica que de una sucesión sincopada de acciones, así el autor se detiene a describir de forma minuciosa los sentimientos del protagonista, una sabia técnica que permite al lector comprender su interior, si Deviné se mueve bajo la esfera de la indigencia es más por precaución y defensa que por su condición humilde pues hace gala de una dignidad y honorabilidad encomiables.

    Fernando Recuenco es poeta y eso se deja sentir en numerosos pasajes de la novela, donde la voz lírica le gana el pulso a la acción narrativa, no solo en la preciosista descripción de los paisajes sino también en la motivación de los personajes, nos hallamos pues ante una prosa eminentemente poética que aflora de forma subrepticia a lo largo de todo el relato, algo que además de aportar belleza a la narración supone un verdadero rasgo de estilo capaz de atraer a un lector que busca en la lectura no solo entretenimiento, sino además una experiencia estética.

    Con el fin de escapar de la orden de busca y captura por parte de las autoridades francesas, Deviné se hará pasar por un indigente, Pierre Dorado, “un chico parisino educado y de buenas costumbres”, dirá Catherine, quien se convertirá en su esposa y con la que tendrá un hijo, Acier. Gracias a ella aprenderá el oficio de herrero en la fragua de Gerard con el fin de ocultar su verdadera identidad y conseguir el peculio suficiente para costearse una habitación en una posada de la capital francesa.

    Nos encontramos con una gran novela, no solo por el volumen de páginas y los veinte capítulos que la integran, sino ante todo por la dimensión humana que el autor logra plasmar en ellas, y donde la penuria y la pasión, el honor y la gloria, afloran en la motivación de unos personajes cuyas conductas se ven mediatizadas por las costumbres de una época difícil por la desigualdad imperante en una sociedad estrictamente jerarquizada.

    En la actual era de la posmodernidad, Fernando Recuenco ha optado por una escritura clásica a la hora de trasponer al papel las vivencias de sus personajes y sobre todo el conflicto interior de Deviné, que tendrá que enfrentarse a circunstancias adversas para subsistir en un mundo donde la moralidad y la justicia se encuentran en sus primeras fases de desarrollo.

    Como no es intención de este prologuista desvelar la trama, sino señalar algunas de las claves y referencias para una mejor comprensión del conjunto de la obra, aquí lo dejo, al borde de la primera página para que tú, lector, que ahora recorres estas líneas, te sumerjas en la apasionante historia de un hombre que es un reflejo minúsculo pero significativo de un período crucial de la Historia.


Gregorio Muelas Bermúdez
Poeta y crítico literario
Catarroja, 26 de mayo de 2019



lunes, 17 de junio de 2019

Antonio Cabrera, scripta manent

 
 


 
Recibo con consternación la triste noticia: Antonio Cabrera ha desaparecido. Guardo con especial cariño aquella carta manuscrita de 2011 donde daba sabios consejos al “joven poeta” que yo era entonces.

Antonio Cabrera era un poeta verdadero, en palabras de Blas Muñoz Pizarro de una “honda y esencial pureza”. Nos deja sus libros, su voz, eterno manantial de música frente al silencio:
 

 

DUERMEVELA
 

Entro y salgo del sueño. Nada gano,
pero no es dulce ni hostil esa tierra de luz
ya conocida, absurda, donde todo me muestra
su rostro fugitivo,
donde todo es desorden.
Nada pierdo tampoco:
¿qué ha de quedar de mí entre figuras
consumidas en llamas que no puedo entender
o son acaso niebla, humo frío?

Sin estar en el mundo, el mundo me rodea.
Qué extraño este momento
de nula consistencia. Se confunden
los mapas que mi mente
ha logrado trazar sobre el papel tan áspero
de las cosas reales, y me pierdo,
y soy de esta ignorancia abrumadora
que nada puede dar
y nada ha de quitarme.
 
 
De En la estación perpetua

 


 
Sit Tibi Terra Levis



martes, 11 de junio de 2019

Cartografías de Orfeo. Antología de Joven Poesía Valenciana

 
 



Publicada en 2014 en la Colección “Los nuevos caníbales” de Isla Negra Editores de Puerto Rico (San Juan) y República Dominicana (Santo Domingo), que dirige con mano maestra el catedrático, editor y poeta caribeño Carlos Roberto Gómez Beras, Cartografías de Orfeo es una antología de la joven poesía escrita en Valencia, en lengua castellana, que abarca autores nacidos entre 1970 y 1987.

El libro reúne doce poetas seleccionados por Sergio Arlandis, responsable de la edición y el prólogo, que dedica a sus maestros: Jaime Siles, Guillermo Carnero y Ricardo Bellveser.

Doce de las voces más notables de la poesía valenciana actual” que Alberto Martínez-Márquez, profesor del Departamento de Humanidades en el recinto de Aguadilla de la Universidad de Puerto Rico y autor del comentario de contraportada, encuadra en las siguientes tendencias:

- poiesis experiencial: María Paz Moreno, Manuel Valero Gómez, Javier Vicedo, Andrea Ceballos

- neoformalismo indagatorio: Xelo Candel, Heberto de Sysmo, Gregorio Muelas Bermúdez, Lola Mascarell

- epistemología del espacio: Andrés Navarro, José Ángel García Caballero, Elia Saneleuterio Temporal, Bibiana Collado Cabrera

 
 


lunes, 10 de junio de 2019

Entre el hueco y el aire. María José Pastor

 
 
 
 
Entre el hueco y el aire
María José Pastor
Lastura Ediciones, 2018
 
 

Entre el hueco y el aire es el descriptivo título del cuarto poemario de la valenciana María José Pastor, una poeta de alto vuelo, exigente con su escritura, como se puede constatar por las fechas de sus publicaciones anteriores: Anatomía del Deseo (2003), Esporas de Cordura (2004), Plomo Papilas Pluma (2014). Publica ahora con Lastura Ediciones de Lidia López Miguel, en el n.º 9 de la Colección Concilyarte, que dirige Mila Villanueva.



En su trayectoria podemos observar dos períodos de creación separados por una década de reflexión sobre la materia lírica, de ahí la condensación, rasgo esencial de un estilo que Jaime Siles define en su prólogo como “escritura delgada” y que el reconocido poeta y catedrático sostiene haciendo un sucinto y erudito recorrido por los autores señeros de este modo de escritura que se identifica con el poema breve, del que María José Pastor no se aleja en las cincuenta y tres composiciones que integran el libro y que se suceden sin citas ni partes, sino como un continuo coherente donde la poeta expresa sus inquietudes en impecables heptasílabos, endecasílabos y alejandrinos, sin signos de puntuación que restrinjan la libertad de las palabras, como en este poema vértice:



Atravesar la piel del mar y sus espumas

fundirse con las olas

y esculpirse en la sal

golpe a golpe hasta el fondo

de tu íntimo llanto.



Esencialista y hermética, con estos epítetos podríamos definir la poesía de María José Pastor, que en este poemario bascula entre dos mundos separados por esa barrera que se ilustra en la portada y que sintetiza la gran metáfora del libro, diluir las barreras a través de la palabra germinada en el silencio luminoso, que propicia la reflexión necesaria para modificar la percepción de una existencia fronteriza, entre el hueco, o foso, inmanente que pisamos y el aire, u horizonte, trascendente que soñamos.



En definitiva, María José Pastor nos entrega un poemario de una singular pureza, con un lenguaje cuidado, no exento de cultismos, entre la inmediatez del verbo y el canto desbordado por los ecos.

 
 
Gregorio Muelas Bermúdez