Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
Cesare Pavese
Mondadori, 1998
El
poeta, ensayista y novelista italiano Cesare Pavese (1908-1950) es
uno de los más grandes e influyentes literatos del siglo XX. Su más
bello y escalofriante poema es "Vendrá la muerte y tendrá tus
ojos", inspirado por Constance Dowling, una actriz de cine
norteamericana con la que vivió una tormentosa relación,
perteneciente a su segundo libro de poemas de título homónimo,
editado póstumamente en 1951, y reeditado por Mondadori en 1998.
En
poesía lo único que publicó en vida es Trabajar cansa (Lavorare
stanca, 1936), colección de poemas que, por su carácter
predominantemente narrativo, se oponía a la tradición hermética de
Giuseppe Ungaretti, Eugenio Montale y Salvatore Quasimodo. Con este
título el autor no aludía al trabajo físico, sino al trabajo del
alma, se trata, pues, de un cansancio metafísico, espiritual.
Un
malestar existencial que unido al desengaño amoroso sufrido con
Constance Dowling motivaron su suicidio en un hotel de Turín. Estos
fueron sus últimos versos:
Vendrá
la muerte y tendrá tus ojos-
esta
muerte que nos acompaña
Así
los ves cada mañana
ante
el espejo. Oh, cara esperanza,
que
eres la vida y eres la nada.
como
ver en el espejo
asomar
un rostro muerto,
como
escuchar un labio ya cerrado.
Mudos,
descenderemos al abismo.
(Traducción
de José Agustín Goytisolo)
Reproduzco
a continuación los versos en el idioma en que originalmente fueron
escritos, en la lengua de Dante, para que se pueda apreciar en toda
su magnitud la extrema belleza de este canto delirante, exaltado y
apasionado, con ese verso magnífico, enloquecido e inquietante que
lo encabeza:
Verrà
la morte e avrà i tuoi occhi-
dal
mattino alla sera, insonne,
o
un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno
una vana parola,
un
grido taciuto, un silenzio.
Cosí
li vedi ogni mattina
quando
su te sola ti pieghi
nello
specchio. O cara esperanza,
quel
giorno sapremo anche noi
che
sei la vita e sei il nulla.
Per
tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà
la morte e avrà i tuoi occhi.
come
ascoltare un labbro chiuso.
Algunas
de las mejores y más conmovedoras páginas de Pavese se encuentran
en su diario íntimo, que fue publicado en 1952 bajo el título El
oficio de vivir (Il mestiere di vivere). Repleto de
pasajes deslumbrantes con los cuales me identifico como "Queda
al tiempo claro que el sentido de tu vida no puede ser sino la
construcción" o "Se necesita humildad, no orgullo",
esta obra es la historia de una desesperación y la lucha contra esa
desesperación, la angustia de un hombre que se enfrenta desolado y
desnudo al vacío existencial y como consecuencia sufre una crisis de
autoconocimiento que conduce irremediablemente a la muerte del
escritor. Un lúcido retrato de la soledad del artista, abocado a una
secreta incomprensión y al indefectible anonadamiento que provoca el
vértigo de la nada.
Gregorio
Muelas Bermúdez
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