domingo, 26 de enero de 2020

Redondear el óvulo. Abel Dávila Sabina

 
 


Redondear el óvulo
Abel Dávila Sabina
Ajuntament de Mislata, 2018
 
 
Con Redondear el óvulo Abel Dávila Sabina consiguió el premio en la modalidad de poesía en castellano de la XVI edición de los Premios de Literatura Breve “Villa de Mislata”, que publica el Ajuntament de Mislata en el número 65 de la colección “Literatura Breve”.
 
El artista y poeta cubano afincado en Valencia, ganador del XIX Certamen de Poesía Marc Granell – Vila d’Almussafes con Estos hueS.O.S de aire (Edicions 96, 2016), divide esta plaquette en dos partes: “Hijos. Origen I” y “Geografías. Origen II”, que estructuran las diecinueve composiciones breves, de cinco a ocho versos, que la integran. Poemas elaborados con libertad de ritmo, que se adapta perfectamente al discurso, y con un uso peculiar de la mayúscula en ciertas palabras clave que definen el estilo de un autor reivindicativo: «invisible Es el mar cuando los ojos son cadenas de espera».
 
Las citas de Joan Roís de Corella y Miguel Hernández avanzan el sentido del tiempo desolado que vivimos, de hijos sin futuro, donde el mar, fosa o abismo, fragmenta el hambre y la sed. Desnacer, gritar, desobedecer, palabras afiladas, serán las libertades o herramientas para vencer el hielo en los párpados.


Gregorio Muelas Bermúdez



sábado, 18 de enero de 2020

El pulso almado. Marcelo Díaz

 
 


El pulso almado
Marcelo Díaz García
Ediciones Intrépidas, 2018
 
 
Ediciones Intrépidas publica El pulso almado, del escultor y poeta Marcelo Díaz García (Villasequilla, Toledo, 1950), un volumen de artista, de esos que se ofrecen a la vista y al tacto, donde los poemas dialogan con las ilustraciones de las piezas labradas en madera por el autor afincado en Vila-real (Castellón), veinticuatro composiciones líricas que ponen voz a las vetas de otras tantas obras matéricas, contando el anverso y el reverso de la pieza que figura en la cubierta, donde podemos apreciar el elemento de color blanco que a modo de metáfora «en sosiego» se inserta casi en su centro.

El libro, de formato cuadrado y contratapas que reproducen la textura de la madera pulida, y cuyo título alude al pulso del artista a la hora de ejecutar su obra con el alma entre los dedos, se abre con un extenso prólogo bilingüe, en catalán y en castellano, firmado por Josep Anton Soldevila, que con el rótulo “Marcelo Díaz, el arte y el conocimiento”, describe el impulso y la mirada de un artista antidogmático, que se expresa con una radical libertad compositiva sea cual sea la materia prima sobre la que elige trabajar, papel o madera, pues tras cada palabra y su disposición en el poema, y tras cada hendidura y su proporción en el leño, hay una idea que en su conjunto forma un pensamiento crítico, un discurso verdadero. Marcelo Díaz tiene la facultad de devolver la vida a lo que estaba muerto y es que el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es una forma de resurrección.

Formas, colores y texturas se entrelazan con los versos para desatar lo atado, para hablar «aunque no pronuncies», para ser lo que se ha sido y alcanzar el otro lado. Naturaleza y ser son los puntos de partida y de llegada del artista toledano, que por el camino va creando belleza, formas líricas que se superponen para generar un nuevo significado, en este sentido se podría decir que Marcelo Díaz labra con la pluma y esculpe los poemas, dando lugar a una poesía de tono vanguardista, casi rupturista y en apariencia hermética, donde los vocablos se desplazan o dilatan su sentido con la precisión de quien domina las técnicas con las que vuela «sobre la tierra escrita con caminos / sobre el mar huido y mensajero».
 
En definitiva, Marcelo Díaz nos ofrece una experiencia visual sobre un fondo blanco, donde el negro de la palabra impresa y los diversos tonos de marrón de la madera expuesta donan su mensaje: «La vida es un instante infinito».
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



viernes, 3 de enero de 2020

Maldito y bienamado bibelot. Heberto de Sysmo

 
 


Maldito y bienamado bibelot
Heberto de Sysmo
Baile del Sol Ediciones, Tenerife, 2017
 
 
De indagación saussureana podríamos denominar a este poemario de Heberto de Sysmo, heterónimo lírico del escritor José Antonio Olmedo López-Amor, Maldito y bienamado bibelot, pues a modo del lingüista suizo el aedo valenciano alumbra una nueva forma de abordar el signo poético, elaborando una suerte de metapoesía donde aúna ciencia y creencia, inteligencia y sentimiento, dicotomías que catalizan el impulso creador del poeta.

Publicado en la prestigiosa colección “Sitio de fuego” de Baile del Sol Ediciones, el libro cuenta a priori con dos grandes alicientes, por un lado ser el poemario ganador del II Certamen Nacional de las Letras “Isabel Agüera” Ciudad Villa del Río, y por otro el extraordinario prólogo de José Luis Rey, poeta de referencia del autor, que señala con gran acierto que es un «libro de amor al lenguaje, a su aventura radical y lúcida». En efecto, Heberto de Sysmo se ha propuesto como pocos investigar el sentido último de aquello que da sentido a todo, el lenguaje que alienta el pensamiento creativo, crítico.

Quinto poemario de Heberto de Sysmo, que nos vuelve a sorprender tras La flor de la vida. Elogio de la geometría sagrada (Lastura, 2016) con un título tan singular como apodíctico, que hace referencia al galicismo “bibelot”, inmaterial fetiche que actúa como trasunto del lenguaje, “patria” del poeta, herramienta, arma, invento, odiado en ocasiones y siempre amado.

Tras unas pertinentes notas introductorias de Jesús Leirós León, el poemario se abre con una cita de Miguel de Unamuno que describe a la perfección el espíritu que anima el libro: “el que alma encuentra tras la carne, tras la forma encuentra idea”, en efecto, esa es la labor del poeta, encontrar la forma idónea, el nombre exacto de las cosas, para alumbrar un fondo verdadero.

Merece la pena detenerse en la estructura del libro, dividido en cuatro partes con títulos tan significativos como las citas que las acompañan: “Physis”, Friedrich Nietzsche, donde el autor aborda la naturaleza del lenguaje; “Mathesis”, George Santayana, que trata del lenguaje como ciencia; “Mímesis”, Prior, sobre la imitación de la naturaleza por parte de la poética; y “Semiosis”, Maurice Blanchot, sobre los signos y la creación de significados. En total cuarenta y nueve poemas, cuarenta y nueve destellos de luz sonora, en su mayoría breves, pero densos e inteligentes, que abordan el lenguaje y su capacidad para decirse y decirnos, en definitiva para expresarnos.

Los versos de Heberto de Sysmo, de ritmo imparisílabo, donde heptasílabos, eneasílabos y endecasílabos se suceden con precisión milimétrica, son fruto de la intuición y el razonamiento, virtudes del vate humilde que busca la belleza, lejos de los “casi poetas”, «esos falsos maestros / presos en versos libres».

Nos encontramos con un poemario heterodoxo por el tema, complejo por su contenido, ultramoderno, donde Heberto de Sysmo toma la poesía como medio de conocimiento de la realidad pues «el lenguaje es la vida», de hecho somos lenguaje que en cada palabra se reinventa pues crecemos y morimos en la escritura, fuera de ella solo existe la nada, como señala en el poema “Orgullo letrado”: «La paz será el silencio».
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez