Como si nunca antes
Bibiana Collado Cabrera
Editorial Pre-Textos, Valencia, 2013
Bibiana Collado Cabrera es, sin duda, una de las
voces femeninas emergentes del panorama poético no sólo valenciano, sino
también nacional, y lo demuestra con creces en el poemario que nos ocupa.
Bibiana ya ha obtenido diversos reconocimientos
a su interesante labor poética, como el Premio Voces Nuevas, organizado
por la editorial Torremozas, en 2009, y los premios Universidad de Valencia de
Escritura de Creación en castellano y en valenciano, en 2009 y 2012,
respectivamente. Ahora con Como si nunca
antes certifica esa progresión geométrica de una poesía madurada con el
estudio de la poesía escrita por mujeres cubanas durante la Revolución, que le
ha permitido realizar estancias de investigación en las universidades de La
Habana y en la Autónoma Metropolitana de México, una poeta nómada y cosmopolita
que vierte sus sentimientos y emociones en palabras dotadas de luz y de sombra,
una poesía donde lo que no se cuenta también cuenta y mucho, y en ese sentido
parangonable a la denominada “poesía del silencio”.
Como
si nunca antes ha sido merecedor del XXXIV Edición del
Premio de Poesía “Arcipreste de Hita” del Ayuntamiento de Alcalá la Real, Jaén,
que publica la editorial Pre-Textos en una bella edición que hace justicia a su
contenido: cincuenta poemas por lo general breves pero que hacen gala de una
enorme densidad expresiva, divididos en tres partes, “Hendidura”, “Nervio y
arterias” y “Hueso”, con un poema a modo de prólogo, “El cajón”, donde evoca
con añoranza y nostalgia la infancia olvidada, y otro de epílogo que es el que da
título a todo el conjunto.
En la parte inaugural, “Hendidura”, Bibiana Collado
rinde un sentido homenaje a la isla de Cuba, con sus tormentas tropicales, y a
la ciudad de La Habana, todos los poemas de esta sección destilan un aroma a la
Habana Vieja: “el olor a guayaba, los viejos chevrolets”, los soportales, los
almacenes “La época”, la escuela Lenin, los muebles coloniales, todo barnizado
de nostalgia con un aliento lírico de amplio calado. He aquí una poesía
sensitiva, capaz de transmitir al lector la fisicidad de una ciudad anclada en
el período revolucionario. Así también podemos hablar de poesía contenida,
precisa, que adelgaza la longitud de los versos en aras de conseguir una
concentración expresiva que se dilata con la propia experiencia que el lector
aporta en su lectura.
Los poemas que recoge la segunda parte, “Nervio y
arterias”, aluden, en efecto, a la anatomía del ser humano, cómo ésta se
imbrica con los sentimientos para urdir una trama por donde rezuma la poesía en
estado puro, así hallamos todo un glosario de palabras como placenta, nuca, carne, labios, venas, sangre, piel, músculos, clavículas, rótulas, pecho, etc, que configuran una poesía más carnal y sensual por
cuanto la cama (y las sábanas) aparece como objeto recurrente que simboliza el
regreso a casa en “Gestación”, algo meramente decorativo en “Performance”, ese
espacio compartido con el cuerpo amado o el “Presagio” de su ausencia
calcificada. Además esta parte también plantea un discurso metaliterario en
poemas donde esa vida paralela que proporciona la palabra escrita se filtra en
la cotidianidad del yo poético, como en “Neobovarismo”: “tantos libros de poesía/
después/ decidí que te amaba./ Ahora eres discurso./ Mi amor por ti, / una
actitud textual.”; o en ese intento de suicidio “libresco” en el teatro de
“Final de fiesta”.
La tercera parte, “Hueso”, es la más breve y se
trata de una especie de síntesis de las anteriores, pues en los ocho poemas que
la componen hallamos tanto la carne, la sangre y el cuerpo protagonista de la
segunda, como los escenarios americanos, en esta ocasión México, las cafeterías
postcoloniales, la selva, la llanura continental, el altiplano, de la primera
parte.
En definitiva, un poemario cuya lectura nos ilustra
sobre una forma de ver la vida, de sentirla, de verterla en palabras capaces de
transcribir un universo poético fraguado en
idas y venidas, en espacios alejados, en la intimidad de la carne.
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