La mirada sin nosotros
Ambrosio Gallego
Ediciones Tigres de Papel, Madrid, 2015
La editorial madrileña que dirigen con mano maestra
Paco Moral, Cecilia Quílez y Mara Troublant, Tigres de Papel, publica La mirada sin nosotros, del poeta
extremeño afincado en Barcelona Ambrosio Gallego Durán, un poemario integrado
por tres libros de haikus.
El poemario se abre con un prólogo del poeta Miguel
Ángel Curiel, amigo del autor, donde propone un título alternativo, Eco o el eco, celebra la reunión de estos haikus en una edición para el
gran público, y los define con acierto como pequeñas estrofas del gran poema
que constituye este libro, donde cada haiku sería como un fotograma o estampa
de un cuadro más amplio.
Como decíamos, el poemario se compone de tres libros
o colecciones de haikus, que Ambrosio Gallego titula “Con breves ojos”,
“Ventanillas en un tren” y “Naturaleza en vilo”, respectivamente. Con el
primero consiguió el autor el VII Premio de Poesía César Simón en 2010. Las
citas de Mario Benedetti, Manuel Altolaguirre y Claudio Rodríguez inciden en las
nociones de lugar y tiempo pues si algo consiguen estos versos es eternizar un
instante concreto.
El título sintetiza el espíritu que define a la
estrofa japonesa, pues si por los sentidos el mundo existe para nosotros, el
yo, el yo plural, debe estar ausente para ser solo meros testigos del milagro
cotidiano que la naturaleza nos regala en silencio. Contemplación, serenidad y
silencio son los requisitos necesarios para el alumbramiento, Ambrosio Gallego
lo sabe y se ha entregado a ese ejercicio de desprendimiento para alumbrar
estos haikus, que a medida que avanza el libro van conquistando el centro de la
página, desde los haikus encadenados de “Con breves ojos”, dedicados a la
memoria de su padre, hasta el concepto zen que pone en práctica en “Naturaleza
en vilo”, donde encontramos un solo haiku por página, como una gota de tinta negra
cuyo eco ondea en la hoja en blanco.
Levedad y esencialismo animan la brevedad de estos versos,
donde el autor ha auscultado el horizonte con ojos abiertos, sólo así ha podido
captar la verdadera belleza que anida en las cosas sencillas, veamos algunos
ejemplos:
sobre
una poza umbría.
Desaparece.
Brillan
las jaras
el
tiempo que las miro.
Y
su olor llega.
Un
petirrojo
sobre
una rama yerta,
estremeciéndose.
Ambrosio se sirve de todos los recursos clásicos,
como el kigo o palabra que denota la
estación del año, la onomatopeya, el aware
o emoción estética, entre otros, para alcanzar eso que podríamos denominar
“haiku verdadero”, sin renunciar en ocasiones al lirismo, pues el haiku, no lo
olvidemos, es poesía, poesía henchida de espiritualidad.
En definitiva, se trata de una obra imprescindible
para los incondicionales del haiku y un estímulo de concisión y condensación
para los lectores torrenciales, que a buen seguro experimentarán una sensación
de religación con las cosas que nos rodean, algo muy necesario en estos tiempos
donde la certidumbre escasea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario