domingo, 11 de septiembre de 2016

Poesía Completa. Tonino Guerra

 
 


Poesía Completa
Tonino Guerra
Universidad Popular José Hierro, San Sebastián de los Reyes, 2001
 
 
El Departamento de Publicaciones de la Universidad Popular José Hierro de San Sebastián de los Reyes editó en 2001, dentro de su Colección Literaria, uno de esos volúmenes que deberían alojarse en las estanterías de los amantes de la poesía, me refiero a la Poesía completa de Tonino Guerra (1920-2012), más conocido por sus guiones para grandes cineastas italianos, como Federico Fellini, Michelangelo Antonioni, Vittorio de Sica, Francesco Rosi o los hermanos Taviani, y europeos, como Andrei Tarkovski y Theo Angelopoulos. Pero Tonino Guerra era también un notable novelista y dramaturgo, y sobre todo poeta en dialecto romagnolo, como uno de los autores fundadores de la poesía neodialectal, que tanto auge tuvo en el Novecento italiano, donde también habría que destacar a Pier Paolo Pasolini, en friulano.

La traducción, el prólogo y las notas corren a cargo de Juan Vicente Piqueras, el poeta valenciano realiza una encomiable e impecable labor al verter por primera vez en español a un autor fundamental para comprender la evolución de la poesía italiana en el pasado siglo.

Juan Vicente Piqueras recoge la lírica íntegra del poeta de Santarcangelo di Romaña, desde su primera obra señera, Los bueyes, publicada por Editorial Rizzoli en 1972, una colección que comprendía sus libros anteriores: Los garabatos, El escopetazo y El Lunario, escritos entre 1946 y 1952, hasta Cuarteto de otoño (2001). Por el camino encontramos sus obras maestras, La miel, publicada por Editorial Maggioli en 1981, un conmovedor poemario dividido en treinta y seis cantos que ilustran un mundo campesino en vías de extinción, y El libro de las iglesias abandonadas (1988), que dedica “a los campesinos que no han abandonado la tierra para llenarnos los ojos de flores en primavera”.

La poesía de Tonino Guerra está ligada a su tierra, por ello se expresa en su lengua materna, primitiva e ingenua, que imita a la naturaleza para contar historias de gente sencilla, adoptando a veces la forma de fábula. Huertos, patios, patatas, tomates, ajos, cebollas, cañas, mazorcas, caracoles, abejas, cabras... llenan sus versos de olores y sabores característicos de su tierra. También acostumbra a citar lugares, la playa de Torre Pedrera, Montebello o la ermita de San Michele, y personas, Pierino de las Abejas, la Filomena o Pidio el zapatero, con el fin de salvar un mundo a punto de desaparecer por el éxodo a las ciudades y la progresiva proletarización.

Pero también el olvido amenaza con su espesa niebla, por ello recrea recuerdos de infancia o momentos cruciales, como en el poema “La mariposa”, escrito al salir del campo de concentración de Troisdorf:


Cuntént própri cuntént
a sò stè una masa ad vólti tla vóita
mó piò di tótt quant ch´im´ liberè
in Germania
ch´ am sò mèss a guarde una farfàla
sénza la vòia ad magnèla.


Contento, lo que se dice contento,
he estado muchas veces en la vida
pero la que más de todas cuando me liberaron
en Alemania,
que me quedé mirando una mariposa
sin ganas de comérmela.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



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