miércoles, 13 de enero de 2016

La vida en un instante. Herme G. Donis

 
 



La vida en un instante
 
Herme G. Donis
 
Editorial Cuadernos de humo, Brooklyn, 2015
 
 
La Editorial Cuadernos de humo, sita en Brooklyn, Nueva York, publica en el número seis de su exquisita colección de poesía, el nuevo poemario de la poeta vallisoletana Herme G. Donis, La vida en un instante.
El poemario cuenta con dos grandes alicientes, por una parte, las ilustraciones del escritor y editor Hilario Barrero, autor de los cinco dibujos, incluyendo el de la portada, que acompañan a los textos con el original estilo que le caracteriza, y por otra, un breve y acertado prólogo del poeta y crítico literario José Luis Morante, que lleva por título “Sin alzar la voz”.
Lo primero que llama la atención es el formato, pues nos encontramos ante una edición limitada, numerada y firmada por la autora, que reúne cincuenta haikus de la más diversa índole, fruto de la experiencia y la reflexión inspirada por una naturaleza que se presenta, unas veces como espacio para el milagro cotidiano, y otras como lugar donde aún se vislumbra el misterio, pero siempre como fuente para el discernimiento y el sentir profundo que anida en las cosas sencillas. A ese mesurado ejercicio de sencillez se entrega Herme G. Donis para alumbrar estos haikus, algunos muy fieles al espíritu japonés, basten tres ejemplos para ilustrar lo dicho anteriormente:
 
En el sendero,
leve rastro de plumas
lleva hasta el nido.
 
Pájaro amigo,
cuando me veas triste,
dame tu canto.
 
Hojas al vuelo.
El campo se ilumina
de estelas rojas.
 
Sin duda, Herme conoce la tradición y bebe directamente de ella, sólo así puede hacerse eco del amplio mapa temático que caracteriza a esta forma milenaria, en este sentido, sobresalen los que podríamos llamar “haikus crueles”, que no debemos olvidar que se trata de la respuesta taoísta al denominado “haiku de compasión” cultivado por los budistas, he aquí dos espléndidos ejemplos:
 
El perro aúlla.
Una mano infantil
esconde el palo.
 
Cesa la lluvia.
Sobre las aguas lucha
un ave herida.
 
Los haikus se suceden con una leve división interna, donde la autora hace alusión a dos lecturas diferentes pero igualmente luminosas: del poeta chino Lu Xun, verdadero padre de la literatura moderna en China, y del poeta libanés Abbas Beydoun. Resulta curioso constatar que ambos autores escribieron su obra poética en prosa, sin embargo, Herme se hace eco de su espíritu de lucha y su indagación en lo cotidiano para vehicular una serie de poemas breves que van más allá del sentido clásico del haiku japonés al reflexionar sobre problemas sociales:
 
Como esa flor
en la grieta del muro
sobreviviendo.
 
En definitiva, Herme bebe de Oriente pero en el sentido más amplio, pues en la manera de concebir la realidad que le circunda encuentra el haijin las palabras adecuadas para eternizar esos instantes que conforman la vida.



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