Simfonia per a un estat de coma
Ramon Ramon
Perifèric edicions, Catarroja, 2011
Simfonia
per a un estat de coma es el llamativo título del quinto
poemario de Ramon Ramon
(Catarroja, 1970). Publicado por Perifèric edicions en el número 16
de su colección de poesia, dirigida por Ramon Guillem, esta
editorial, con sede en la capital de L´Horta Sud, viene editando las
obras ganadoras de poesía y narrativa del prestigioso premio
Benvingut Oliver Vila de Catarroja, dando a conocer obras de calidad
de notables poetas del ámbito lingüístico valenciano-catalán,
como Ramon Ramon, que con este poemario da una vuelta de tuerca a su
estilo y se arriesga con una obra en rima, algo poco común en la
actualidad pero que el autor sabe resolver de forma magistral,
dotando al libro de una gran unidad y armonía.
Una
armonía de la que se hace eco el propio título, que nos invita a
una “composición musical” donde se orquesta una acerbada crítica
a la sociedad, enferma de hipocresía. Forma tradicional y fondo
social se combinan para dar a la imprenta un poemario que se organiza
como un continuo, sin división interna en partes, constituido por
sesenta y nueve poemas sin título que siguen un mismo esquema
métrico: dos cuartetos de versos endecasílabos con rima consonante
ABBA.
Ramon
Ramon aborda temas tan peliagudos como la religión y las drogas, la
política y los intereses económicos del capital, y advierte que
entre la venganza y la esperanza se tiende la duda, que determina el
estado catatónico que domina a la sociedad actual.
El
primer poema es paradigmático del tono satírico que guiará todo el
discurso:
“Feliç
és Déu, que és mort al paradís,
que
no és prenyat, ni violen la filla,
ni
es droga mai, ni espera a la cruïlla
com
l´embrió d´un úter malaltís.
L´Àngel
rebel, que ho veu tot des d´un pis
al
gratacel més ruïnós de l´illa,
apaga
el llums i el televisor brilla
com
un llampec que s´engoleix l´abís.”
Dotado
de un ingenioso humor negro,
Ramon Ramon no duda en
lanzar sus quejas contra las instituciones, que anestesian o
encantan a la juventud con
promesas vacías: “Premseu
raïm per drogar la revolta”;
“capta els xiquets: como d´Hamelín a ulls clucs/ van
rere el so d´una flauta amb demència”.
El autor hace un vehemente
recuento de los males que nos acucian y nos abocan a la derrota.
El
libro se cierra con “Una nota” de agradecimientos a dos
escritores de Catarroja, a Pasqual Alapont por sus percepciones con
la pronunciación, y a Ramon Guillem
por no dudar en publicar el
poemario.
Ramon
Ramon demuestra ser
uno de los poetas más dotados en la nostra llengua
y conforma junto
a otros poetas de Catarroja,
como Ramon Guillem, Enric Monforte y Berna Blanch, un
grupo que hace del municipio una ciudad para la Poesía.
Gregorio
Muelas Bermúdez
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