Mostrando entradas con la etiqueta Andrés García Cerdán. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Andrés García Cerdán. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de abril de 2017

Revista CRÁTERA Nº 0. Contenidos y colaboradores

 
 



CRÁTERA
Revista de crítica y poesía contemporánea
Nº 0/1, Primavera, marzo-abril 2017
 



Dirección:

 
Comité asesor:

 

Contenidos y colaboradores:

Ilustraciones:

Cubierta (portada y contraportada): Juan Carlos Mestre
Interior (sumi-e): Sara García Lafont

La mirada de Basho (haikus): Susana Benet, Ricardo Virtanen, Gorka Arellano

Traducción: Robert Rozhdestvensky por Natalia Litvinova, Mircea Petean por Elisabeta Boțan, Eugenio Montale por Carlos Vitale, Hilde Domin por Gema Estudillo.

Experimental: Atilano Sevillano Bermúdez, Rafael Marín. (Selección de David Acebes Sampedro)

La entrevista: Marcus Versus por Jorge Ortiz Robla

Investigación: "Justo y perfecto" (aforismos de Juan Ramón) por Justo Serna

Reseñas: Blanco Roto, por Álvaro Valverde; El club del crimen, por Carlos Alcorta; Reflejos en el cristal cotidiano, por David Acebes Sampedro; Llamo desde otro planeta, por José Ángel García Caballero; Tópo, por Gregorio Muelas Bermúdez; Contra las cosas redondas, por Gregorio Muelas Bermúdez; Infierno y nadie: antología poética esencial 1978-2014, por José Antonio Olmedo López-Amor; Masa crítica, por José Antonio Olmedo López-Amor.

Leído por: Sabe la noche, por Ramón Campos RCb; Nostalgia de la acción, por Jorge Ortiz Robla; Sense treva, por Eduard Xavier Montesinos.









viernes, 30 de septiembre de 2016

Quimera. Revista de Literatura Nº 394

 
 
 
 
Quimera. Revista de Literatura Nº 394
VV. AA.
BCN, septiembre/ 2016
 
 
Quimera. Revista de Literatura llega a los 394 en plena forma, este número de septiembre trae contenidos muy interesantes en su línea abarcadora, con un dossier dedicado a la novela de la crisis.

En “El Foyer” Jordi Gol nos cuenta “El hundimiento” y en “El salón de los espejos” podemos disfrutar de una suculenta entrevista a Rafael Argullol de la mano de Carlos Quesada, donde el autor de las novelas Lampedusa, La razón del mal y Visión del fondo del mar demuestra ser un verdadero humanista. Por su parte Andrés García Cerdán realiza una luminosa entrevista a Rubén Martín Díaz, sin duda, una de las voces jóvenes más consolidadas del panorama poético actual, que acaba de obtener el XXX Premio Barcarola por Fracturas, encabezando toda una pléyade de poetas albaceteños, donde además de los citados también destacan Constantino Molina Monteagudo y Javier Temprado.

Le siguen, en “El cielo raso”, más de treinta páginas dedicadas al estudio de la crisis en nuestra narrativa, Santos Sanz Villanueva y Mauro Jiménez se centran en el análisis de la obra de Rafael Chirbes para pulsar el estado de la cuestión, el autor de Crematorio parece aglutinar una tendencia ideológica de crítica social y política, a la que se han adherido Belén Gopegui y Marta Sanz. Continúa con otros artículos sobre la crisis, esta vez en la novela negra española actual y en la de ámbito rural -tomando como paradigma la novela corta Caballos de labor (2012) de Antonio Castellote-, firmados por Stefania Imperiale y Pablo Valdivia, respectivamente.

En el ecuador de la publicación podemos leer otras interesantes aportaciones al tema de la crisis, así Carmen M. Pujante Segura escribe sobre cicatrices (literarias) tomando como pretexto la obra narrativa de Sara Mesa, y José Antonio Vila nos deja cuatro “Notas sobre el compromiso”.

En el apartado de creación, Javier Perucho realiza un inventario de polvo y ceniza en torno a la obra del mexicano Juan José Arreola, además podemos encontrar una selección de cuatro microrrelatos inéditos de Rubén Abella (“Examen,” “Ritos”, Filología”, “Latas”) y dos poemas de Gonzalo Hermo pertenecientes a su poemario Celebración (2014) y traducidos del gallego por Laura Villar Gómez.

En la sección “Einstein on the Beach”, Toni Montesinos escribe unas brillantes claves para el centenario del nacimiento del premio Nobel 1989, Camilo José Cela, para ello realiza un ingenioso recorrido por su obra con fino humor. Finalizan los trabajos de investigación con un artículo firmado por Fernando Clemot donde analiza la Trilogía de El Cairo de Naguib Mahfuz.

En “El ambigú”, el apartado de reseñas críticas que clausura cada número, podemos encontrar interesantes reflexiones y puntos de vista de autores como Raúl Quinto, Gemma Pellicer, Iván Humanes, Ricardo Martínez Llorca, Aitor Francos o Antonio Lafarque, sobre novedades como Los muchachos de Zinc, de Svetlana Alexiévich, o Corteza de abedul, de Antonio Cabrera.

Enhorabuena al equipo de redacción por entregarnos cada mes sesenta y ocho páginas de la mejor literatura.




miércoles, 20 de julio de 2016

Resiliencia. Jorge Ortiz Robla

 
 


Resiliencia
Jorge Ortiz Robla
La Herradura Oxidada, Zaragoza, 2016
 
 
La Herradura Oxidada, el sello editorial fundado por Julio Donoso en Zaragoza y conocido por editar el Magazine literario homónimo, publica en su colección “Náufragos del Potemkin”, dirigida por José Gabarre y Pablo Delgado, el nuevo trabajo del poeta canario Jorge Ortiz Robla, Resiliencia.

Un significativo título donde el poeta afincado en Catarroja, Valencia, ratifica un estilo propio, marcado por un especial interés en las cosas del mundo, se trata, pues, de una poesía enfocada a reflexionar con actitud crítica sobre la realidad cotidiana y los males que la acucian, por sus versos desfilan seres abstraídos en situaciones aparentemente mundanas que gracias a la agudeza y arte de ingenio del poeta se convierten en únicas y extraordinarias.

Editado en forma de plaquette, cuenta con un excelente prólogo del poeta albaceteño Andrés García Cerdán, que titula “El Hambre”, donde éste señala que la poesía es esa herida por donde el poeta sangra con su deseo de andar y profundizar en ella. Resiliencia se compone de dieciocho poemas de variada forma, desde poemas breves de apenas tres versos (“Mensaje en una botella”) a extensas composiciones divididas en tres apartados (“Entreguerras”), donde Jorge Ortiz Robla trasciende la epidermis de las seres y las cosas con su peculiar estilo, un estilo libre, pero marcado por un notable sentido del ritmo que invita al lector a detenerse para meditar sobre esas cosas que de tan cerca apenas se aprecian, ahí es donde el verso de Jorge Ortiz se afana, en ofrecer otra visión que permita desentrañar la realidad, para ello apela a la sentimentalidad como eficaz recurso para remover la conciencia del lector activo.

Tras el éxito de su opera prima La simetría de los insectos, que ya va por su tercera edición, revisada y ampliada, en Lastura, esta plaquette viene a confirmar el valor en alza de su autor en el panorama poético actual, plagado de propuestas sociales de la más diversa índole donde, sin embargo, Jorge Ortiz Robla brilla con luz propia por su lirismo, que consigue trascender el tono panfletario en el que suelen incurrir algunas de estas propuestas para calar hondo en las inquietudes del lector sensible, al que pone alerta.

Los conceptos de amor y paz se encuentran íntimamente ligados, Jorge Ortiz no concibe el uno sin el otro, pues de esa feliz conjunción se puede erradicar el hambre, uno de los temas centrales que el poeta canario aborda en los primeros poemas: “en una casa junto al mar morimos de hambre”. (“Civitas”). El valor forja al individuo en situaciones extremas y de hecho son las circunstancias las que forjan las civilizaciones, de nuestras decisiones y acciones presentes dependerá el futuro: “los hombres de hoy somos la tierra/ que nutrirá vuestras semillas.”.

La poesía de Jorge Ortiz Robla denuncia la inacción y el “confortmismo”, veamos un ejemplo:

El cuerpo contra la pared se ciega.
Dejar sin vista,
ése es el castigo.
Detrás la vida sigue y tú inerte
frente al muro de piedra o ladrillo.”(“Comunes”)

Pero también se muestra sensual en “Casa museo” (“la piel de mármol/ la sonrisa arcaica”) y “Una esdrújula para Linda” (“Escribo, témelo, en un versículo orgiástico/ y tú ojiplática en tu tácito castigo,/ como Tántalo, acérrima bajo la roca,/ famélica ante la fístula de alma”), donde emplea con maestría el paralelismo y la homofonía.

El mensaje de Jorge Ortiz desencripta los mecanismos del poder, que avanzan en tropel como manadas hambrientas, de nuestra hambre se nutre su ansia y sobre nuestro silencio braman, así el poeta advierte de las posibles consecuencias, su poesía es combativa porque impele al lector a hacerse preguntas de incómodas respuestas: “¿seremos la flor de la tumba, la infección de la garganta sin grito?/ ¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?”.

Sorprende la capacidad analítica del poeta, que a partir de un hecho o una anécdota es capaz de hilvanar un discurso paralelo de un lirismo realmente sobrecogedor, así en “Poesía del silencio” es la mano del poeta la que escribe versos sobre el vientre de la amada; en “Polonio 210” nos recuerda que la vida nos va matando si no tomamos parte; en “Estío” cómo un leve gesto, cerrar una maleta y una casa, puede esconder algo mucho mayor, como un desahucio; mientras que en “Los filósofos” traza “un punto de fuga en perspectiva aérea” para señalar la dicotomía entre el cielo de los soñadores y “la realidad del suelo”.

Sobre la escoria de los días debemos edificar “nuestro futuro/ más inmediato”, tender un puente frágil donde “la madera puede contener el vacío”.

La plaquette culmina con el poema en dos tiempos “Entreguerras”, donde las noticias de los conflictos armados en Bagdad, Siria y el Líbano se entrelazan con una historia de amor, y donde la historia y la intrahistoria conviven en la sensibilidad del poeta que siente el presente de forma polifónica, viviendo una paz de entreguerras donde “hay motivos para soñar” aunque los periódicos y el telediario nos bombardeen con mentiras todos los días.