viernes, 27 de enero de 2017

El que silba entre las cañas. Blas Muñoz Pizarro

 
 


El que silba entre las cañas
Blas Muñoz Pizarro
Ediciones Cardeñoso, Vigo, 2010
 
 
Publicado por ediciones Cardeñoso, El que silba entre las cañas obtuvo el Premio II Certamen de Poesía “Poeta Juan Calderón Matador” 2010, convocado por la Plataforma Cultural “Raíces de Papel” de Madrid, creada en 2009 por Juan Calderón Matador y Javier Bueno.


Cuando la noche ciega
el día en mi ventana
          enciendo
          con mi mano
una lámpara humilde.


En lo mínimo, a veces,
se oculta algún prodigio:


con la luz encendida
          se hace azogue la noche
                 y espejo
                        la ventana.


El poemario supone un impasse en la tensión poética de Blas Muñoz Pizarro (Valencia, 1943), entre Viva ausencia y La herida de los días, aquí el verso se distiende y adopta el pentasílabo y el heptasílabo para hablar con aparente sencillez de las cosas que mudan y del tiempo que pasa, entre el anhelo y la esperanza: “Escribió/ el primer verso/ como si fuera el último.”.
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



martes, 17 de enero de 2017

Mujeres en Marcha Alfafar, el camino cultural a la igualdad

 
 



Artículo publicado en MUNDIARIO:
 
 
 
Después de varios años de intensa actividad cultural, la asociación Mujeres en Marcha, con sede en Alfafar (Valencia), ha consolidado su posición como una de las agrupaciones más dinámicas del actual panorama de la Comunidad Valenciana, plagado de interesantes iniciativas culturales por parte de asociaciones literarias de ciudades como Valencia (CLAVE, Concilyarte, Ateneo Blasco Ibáñez, A-Rimando), Castellón (ALCAP, Poetas sin sofá, El Almadar) y Torrent (Torrent de Paraules), y de localidades como Almussafes (Argila de l´aire), Silla (Amics de la Poesia) y Quart de Poblet (La Platea).

Alfafar se suma a esta incesante actividad literaria en general y poética en particular, de la mano de Mujeres en Marcha, que cuenta con el apoyo y patrocinio del Consistorio y de la Concejalía de Cultura, encabezada por Amparo Sanjuán Albentosa, gracias a la encomiable labor de su presidenta Carmen Prieto y, sobre todo, de Concha Prieto Linares, verdadera alma mater de la asociación, que fuera responsable de Ámbito Cultural de El Corte Inglés en Valencia, período durante el cual este espacio vivió una auténtica edad dorada con múltiples e interesantes proyectos. Ahora Concha, una vez jubilada, traslada su inquietud y buen hacer a desarrollar las actividades de la asociación en beneficio de sus vecinos, dinamizando la actividad cultural de la localidad a través del Taller de Poesía y el Club de Lectura, amenizados con presentaciones de libros y salidas culturales, que animan a un nutrido grupo de mujeres, que encuentran en sus actividades el estímulo necesario para continuar formándose y esforzándose por participar en los recitales que organizan.

La asociación desarrolla sus actividades en espacios emblemáticos del municipio, como el Espai d´Igualtat, la sala Ventura Alabau y el Salón de Actos de la Casa Consistorial, y entre sus actividades cabe destacar las presentaciones de libros de autores consagrados del ámbito valenciano, como las de los poemarios Desorden, de Sergio Arlandis, De la luz al olvido, de Blas Muñoz Pizarro, y más recientemente, Un mismo viento, de Ana Noguera y Luis García Trapiello; y de las novelas, como Braganza, de César Gavela, y Diario de una sombra, de María García-Lliberós.

Actualmente desarrolla el Curso “La poesía escrita por mujeres en España y Latinoamérica. Una aproximación práctica” dentro del citado Taller de Poesía y que imparte quien suscribe estas palabras, en paralelo con el interesante Club de Lectura que coordina Concha Prieto.

En definitiva, Mujeres en Marcha promete seguir avanzando por el camino de la excelencia como una de las asociaciones de referencia dentro del floreciente panorama literario de las provincias de Valencia y Castellón.
 
 
 
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez




miércoles, 11 de enero de 2017

Olum. Antonio Medinilla

 
 


Olum
Antonio Medinilla
Ejemplar único, Alcira, 2016
 
 
Ejemplar Único, el proyecto editorial que dirige el artista Gabriel Viñals, publica el trigésimo cuarto título de su apasionante colección Poética y peatonal: Olum, de Antonio Medinilla.
Antes de adentrarnos en el análisis del poemario, conviene detenernos un momento para destacar la loable labor que Gabriel Viñals viene realizando al frente de esta original propuesta editorial desde su residencia en la localidad de Alcira (Valencia), donde aúna poesía y pintura en un concepto único de arte. Como en los anteriores títulos de la colección, la tirada de Olum es muy limitada, de 20 a 25 ejemplares artesanales, donde cada ejemplar va acompañado de una exclusiva pintura realizada a mano directamente sobre una camiseta negra por este inquieto y atrevido editor, que se inspira en los poemas del libro para materializar su concepto de arte efímero, donde interactúan y dialogan dos artes complementarios. En su nómina de autores conviven algunos consagrados con otros noveles y emergentes, entre todos conforman un amplio panorama de la poesía española contemporánea.
En esta ocasión le toca el turno a Antonio Medinilla (Málaga, 1965), poeta afincado en Estepona, que se inició en el mundo literario con la publicación de su primer poemario, Medievo (adamaRamada ediciones, 2004), y que más recientemente, en 2013, ha publicado un original poemario titulado Gretl, en la colección de_Sastre de Editorial Palimpsesto 2.0, con prólogo de Juan Gallo, primera parte de una trilogía que completarán Inanna y Aviana, todavía inéditos. Por el camino ha participado en varias antologías entre España y Argentina, país al que se traslada en 2009 y donde comienza a trabajar para Ediciones de la Iguana como corrector y diseñador gráfico. De vuelta a España, no ha dejado de escribir con un estilo muy personal que se caracteriza por nombrar lo innombrable, y que se sitúa en las antípodas de los cánones comerciales establecidos.
Entrando de lleno en el poemario que nos ocupa, he de confesar que rara vez en mi labor de crítico literario me he enfrentado a un texto tan sugestivo y, como veremos más adelante, tan necesario, en forma y en fondo. De entrada el tema elegido resulta inusual, pues Antonio Medinilla canta un encuentro lírico-histórico con el pueblo selk`nam, originario de Tierra del Fuego y que ocupó el norte de la isla Grande durante más de diez mil años, hasta que fue víctima de una terrible tragedia tras la llegada, y la posterior ocupación y explotación, del hombre blanco y su economía capitalista colonial, que dio lugar a uno de los últimos genocidios del siglo XX. Como reza su autor: “Olum resucita lo que siempre debió vivir en paz. Olum nos recuerda que el pueblo selk’nam aún pervive entre las calles de nuestro mundo civilizado.
Sería insuficiente calificar a la poesía de Antonio Medinilla como “social”, habría que sumar otros vocablos, como solidaria, activa, y, sobre todo, reivindicativa, pues el autor da voz a los que no la tuvieron para denunciar tan infausto hecho histórico a través de un diálogo fragmentario y documental, una declaración de principios morales que apela a un presente y un futuro inciertos, pues el poeta sabe que sólo a través de la memoria se puede conjurar el olvido, que siempre amenaza con repetir errores del pasado.
Tras una oportuna cita de León Felipe, comienza esta indagación poética sobre el ocaso de una milenaria civilización, con estas desconsoladas palabras: “¿Lola, dónde se fueron las mujeres que cantaban como canarios? Había muchas mujeres. ¿Dónde se fueron?”.
El poemario se estructura en diecinueve apartados numerados por un cardinal acompañado, en los dos primeros, de un nombre propio (lola kiepja y ángela loij) y concluye con un pertinente “Cuaderno de notas”, donde Antonio Medinilla facilita datos significativos y descifra el significado de las palabras de la lengua selk´nam, cuyo uso y recurrencia aportan una veracidad realmente conmovedora.
Antonio Medinilla no duda en esgrimir toda una amalgama de formas para entregar su mensaje al lector cómplice, de conciencia alerta, de la manera más pura y directa, emplea para ello un lenguaje alejado de toda retórica, limpio de prejuicios, desnudo de alambicados juegos verbales, pero de una belleza serena y sencilla, veamos un ejemplo, donde define el paisaje y la incomprensión: “Nuestro nombre es selk’nam. No somos Ona. Eso es cosa de yámana y hombre blanco. Nuestro mundo era un Norte marítimo y el Sur nevado, nuestro cielo era el viento del Oeste y el Este de la Palabra, donde reíamos y cantamos. Y así el mundo y el canto orientados. El pastor no sabe, Bridges no entiende. Las misiones serán crucifixiones. El pastor no sabe, no entiende qué pradera o bosque, qué pintura roja, qué nombres, qué mar nos sobrecoge.”.
Aquí el lenguaje se vuelve coral y adopta la fisonomía del habla nativa para transcribir y describir el dolor por el inevitable final de todo un pueblo condenado por la avaricia y la codicia del hombre “civilizado”. Además, Antonio Medinilla sabe combinar con maestría la prosa, el diálogo y el verso, con composiciones de altura:


“ –Luna fue la primera hóowin que huyó al ciclo de la nieve y la estrella.
Sol la perseguiría hasta el final de los tiempos.
Entonces un hóowin del Norte llamado Muerte, vino.
Y el hóowin, inmortal, no pudo convivir con Muerte y marchó.
Los Xo’on se transformaron en astros, árboles, nieve, viento, lluvia.
Huyeron los inmortales como animales de cuatro cielos mortales.
De un terrón de tierra se amasó al primer hombre selk’nam.
LUEGO un niño rojo o roja nació, lleno de plumas.


En definitiva, nos hallamos ante un texto audaz y sensible, un canto de fraternidad con las comunidades extintas, y una bellísima muestra de poesía inclusiva, además de un objeto artístico. Un extraordinario ejemplo de cómo la poesía aún puede salvar un mundo.
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



martes, 3 de enero de 2017

Apunte sobre poesía mística actual

 
 
 (Grabado de Antoni Tàpies)


La poesía mística ha gozado de una larga tradición en la lengua castellana, basta con citar algunos ejemplos clásicos, por otro lado verdaderas cumbres de nuestra lírica, como es el caso de Santa Teresa de Jesús (1515-1582), San Juan de la Cruz (1542-1591), Fray Luis de León (1527-1591) o Miguel de Molinos (1628-1696), sin embargo, no me detendré en su obra, pues sobre ella han corrido ríos de tinta.

Sí haré, en cambio, un apunte sobre su pervivencia en la actualidad, donde merece especial atención la reciente obra de María Victoria Caro Bernal, Tierra amada. Espíritu de perfección (ViveLibro, 2014), un caso que sin ser aislado sí resulta verdaderamente curioso por su fidelidad a los cánones pero afectado por las inquietudes de nuestro agitado y convulso siglo XXI.

El poemario de María Victoria Caro Bernal constituye por su interés un ejemplo máximo de la poesía mística más actual y me incita a trazar un brevísimo panorama sobre la situación de dicha poesía en nuestra lírica contemporánea, así cabe señalar su absoluta vigencia en México, donde a la poderosa voz de Concha Urquiza (1910-1945), se ha sumado recientemente la de Claudia Posadas, que en Liber Scivias rinde culto a la mística medieval, y en España, donde han destacado, sobre todo, José Ángel Valente (Al Dios del lugar) y el grupo Cántico, de Córdoba, con Pablo García Baena a la cabeza, y más recientemente Javier Lostalé (La rosa inclinada), de amplia resonancia mística, que parte de lo cotidiano para iluminar las sombras de un presente propicio al desencanto; y Antonio Praena con Actos de amor, donde se imbrican lo místico y lo existencial.

 
Gregorio Muelas Bermúdez