jueves, 21 de abril de 2016

Dimensiones. Elisabeta Botan

 
 


Dimensiones
 
Elisabeta Botan
 
Editorial Seleer, 2012
 
 
Dimensiones es el título del primer poemario de la escritora y traductora rumana Elisabeta Botan. Publicado por Editorial Seleer con motivo del Primer Concurso de Poesía, Relato breve y Novela - MeGusta Leer & Editorial Seleer, en el que obtuvo el tercer premio, Dimensiones reúne treinta y seis poemas sin división interna en partes, donde la autora vierte sus inquietudes por el paso del tiempo y el amor, entre otros temas, y sus “dimensiones”, instantes, momentos concretos y decisivos de su devenir y el del prójimo, pues Elisabeta Botan también aborda con actitud crítica temas sociales de permanente actualidad, como el machismo.
 
Corremos locamente/ hacia el paso del tiempo,/ queriendo atravesar/ todas sus dimensiones,/ de repente.” (“Galope”), así comienza un poemario que indaga en aquello que nos hace y nos deshace, y que finalmente nos condiciona fatalmente: el Tiempo. Y es que Elisabeta Botan lo trata con nombre propio, como el sujeto que determina todo en un momento donde se estima un bien escaso por el estilo de vida frenético que el capital impone. Una situación que la poeta denuncia mediante el empleo del verso libre, que le permite expresar sin ataduras lo que su conciencia le dicta al vuelo, no duda para ello en recurrir a repeticiones y abruptos encabalgamientos, en un lenguaje directo que manifiesta una realidad a menudo adversa y que solo logra atemperar el sentimiento amoroso: “Tú y yo./ Nosotros./ Un mundo perfecto/ y aislado,/ más allá del Universo.” (“Enamorados”).
 
Elisabeta Botan sabe que vivimos en un mundo imperfecto, donde se vende la apariencia pública y la esencia queda relegada a la esfera de lo privado. Pero también hay una crítica contra el vertiginoso avance de una tecnología que lleva implícita una deshumanización que estrecha el mundo y produce conciencias mecánicas y virtuales (“Degeneración”), así, sin apenas darnos cuenta, cada vez se abre un abismo mayor entre lo que somos y lo que seremos.
 
La política también es objeto de diatriba, Elisabeta Botan observa y denuncia cómo el pueblo dormita “sobre las promesas/ de los gobernantes” mientras la contaminación y la esperanza toman caminos opuestos. Sin embargo, aún queda espacio para soñar y perseguir los sueños, siempre con la experiencia del exilio en busca de la libertad, y los recuerdos familiares ”agudos y dolorosos”, como la muerte del padre, bien presentes.
 
Pero su escritura no carece de pasión aunque finalmente se imponga el desencanto, los poemas “Ámame”, “Amor” y “Amor pasajero” parecen contar una historia de principio a fin a través de sus diferentes estados o dimensiones, una difícil situación que salvará la maternidad: “la mayor pasión”.
 
En definitiva, Elisabeta Botan nos habla de las dimensiones de la vida, desde la infancia hasta el desarraigo de la madurez pasando por el primer amor. Con un tono de tristeza fruto de la nostalgia, la poeta rumana escribe con ternura episodios de su propia vida mientras contempla con ojos inquisitivos, mano activa y pensamiento crítico la compleja realidad que le rodea,  ofreciéndonos sus versos con una sencillez estimulante que pone el acento en temas tan cotidianos como universales.
 


jueves, 14 de abril de 2016

Ansina. Myriam Moscona

 
 


Ansina
 
Myriam Moscona
 
Vaso Roto Ediciones, Madrid, 2015
 
 
Vaso Roto Ediciones publica en las dos orillas, España y México, el nuevo poemario de la periodista, novelista y poeta mexicana de origen búlgaro sefardí, Myriam Moscona (Ciudad de México, 1955), Ansina.
Moscona es autora de diversos poemarios, como Último jardín (1983), Las visitantes (1989), con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, Vísperas (1996), Negro marfil (2000), El que nada (2006), De par en par (2009), y de una novela, Tela de sevoya (2012), cuyo título alude al proverbio sefardita “El meoyo del hombre es tela de sevoya”, por la que obtuvo el prestigioso Premio Xavier Villaurrutia. Entre otros reconocimientos ha merecido el Premio Nacional de Traducción en 1996 por La música del desierto, de William Carlos Williams, y una Beca de la Fundación Guggenheim en 2006.
Nos encontramos pues con una escritora con obra y consecuencia, que se halla en plena madurez creativa y que en los últimos años ha escrito y publicado en ladino (djudezmo) judeoespañol pero desde una óptica contemporánea, alejada de los temas clásicos de la tradición judeo-española. El presente volumen se publica íntegramente en su versión original en ladino, sin traducción al castellano actual, porque como la misma autora señala en el Exordio que abre el libro, hay cosas que sólo pueden ser dichas en una lengua y no en otra. Lo acompaña, eso sí, un impecable Glosario plegado, en papel negro con letras en color plata, al final del libro, para asistir al lector.
Ansina se presenta en una bella edición, marca de la casa, con un sugerente grabado de cubierta de Víctor Ramírez. Tras unas pertinentes aclaraciones ortográficas, donde explica la profusión de la letra “k” en la inmensa mayoría de las palabras, como producto de la revolución lingüística llevada a cabo por Kamel Ataturk en su decidido afán por occidentalizar Turquía, Moscona inicia el poemario con una significativa cita del escritor serbio de origen judío Danilo Kis: el hombre mira por la grieta. En efecto, la herida abierta en el pasado será uno de los temas recurrentes de la autora.
Ansina, que se podría traducir por “así es”, se estructura en cinco partes donde la preposición “de” marca la pauta sobre la que versará cada una de ellas. Una cita de Marcel Proust acompaña al título de la primera parte, “De empolvaduras”, donde Moscona evoca la memoria familiar, como la figura del padre en “De efsuenyos” (kizo/ fazer de mi/ una/ leona) o los consejos de la madre en “Un bomboniko” (el amor eterno/ no es bomboniko de dulsor). El amor está muy presente en estos versos, a él dedica Myriam bellísimos poemas, como el breve e intenso “Sodrera” o el apasionado “Loka por el deskonozido”. La autora no renuncia a ciertos recursos, como la aliteración y la rima, para conseguir un efecto cadencioso e hipnótico.
Una composición del poeta judío en lengua francesa Edmond Jabès introduce la segunda parte, titulada “De morideros”, donde Myriam Moscona evoca a los que se fuyeron/ kon prestor, el padre, la madre, vinieron/ i empués/ tomaron ayre, aquí los versos se dilatan para hilvanar un discurso entre nostálgico y redentor. Moscona nos regala de nuevo poemas primorosos, como “Simienta” o “La tripa”, donde la autora gusta de intercalar versos en castellano como contrapunto, como segunda voz, algo que será una constante a lo largo de todo el poemario.
Un fragmento del Libro del esplendor inaugura la tercera parte, “De kreaziones i undimientos”, que alberga el único poema en prosa del libro, “La letra beth: el muro”, la prima letra  de la kreazion, que según la cábala es komo una kaza con todos los muros aviertos manko uno, Moscona reflexiona sobre su significado profundo y entronca con la sabiduría rabínica para emprender un apasionante viaje metalingüístico desde el origen de la lingua con el deseo de recordar el olvido “para mejor morir”.
Otro judío universal, el físico alemán Albert Einstein, firma la cita que ilustra la cuarta parte, “De Sensya” (ciencia), donde la matematika se convierta en materia poetizable y conecta con la divinidad (el ojo del Dio) y la metafísica, así en “La kordela de Moebius” reflexiona sobre la creación del universo, donde principio y fin han de converger en un mismo punto (por kualo una kurva/ al ir y volver/ se torna al lugar ande ampezó?); en “Inyeve” asume el modelo de la geometría fractal, donde una gotita de nieve (estreia de sesh puntas) se puede multiplicar como un tornado y/o dividir hasta el infinito. En “Eskrivir de amor o sensya” Moscona defiende la lingua materna como lengua viva, capaz de asumir un discurso científico, y apuesta por la absoluta vigencia de una lengua minoritaria y siempre viva, en sí todo el poemario es un lúcido ejercicio de redescubrimiento.
En la quinta y última parte, titulada “De eskrivideros”, Myriam Moscona reflexiona sobre el uso de la escritura, que se expresa en las kantikas, y el sentido del avla para que ojalá entiendas de qué hablo. “Klase de djudeo-espanyol (El puerpo)” es el poema paradigma de una autora que conoce la tradición de las bavás y se esfuerza con dolor por hacerla suya y de su tiempo.
En definitiva, Myriam Moscona emprende una búsqueda iniciática de sus señas de identidad a través del ladino, lengua “sin patria ni academia”, pues sabe que la memoria, la imaginación y los biervos (palabras) conforman el mundo y lo proyectan hacia el futuro. Así pues la autora se entrega a un viaje vital y lingüístico donde pasado y presente confluyen y donde lo místico y lo coloquial se aúnan con hondura y sencillez. Un libro donde el lector cómplice podrá encontrar verdaderas razones para seguir creyendo en el poder de la poesía para cambiar el mundo, pues como reza Juan Gelman en la contraportada, “todo en Ansina es extraordinario”.



viernes, 8 de abril de 2016

Respiración del laberinto. Mario Santiago Papasquiaro

 
 



Respiración del laberinto
 
Mario Santiago Papasquiaro
 
Editorial Ultramarina Cartonera & Digital, Sevilla, 2016
 
 
La Editorial Ultramarina Cartonera & Digital publica en el número V de su colección Bilingüe Mar Respiración del laberinto / Labyrinth Breath, del poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro (1953-1998), una antología póstuma que viera por primera vez la luz en 2008 gracias a la iniciativa de Raúl Silva, que propuso un proyecto de co-edición simultánea entre ocho editoriales cartoneras del ámbito latinoamericano, donde cada edición incluía un prólogo distinto, cuyo autor fue invitado por su cercanía personal o literaria con Papasquiaro: Pedro Damián y Joséantonio Suárez (La Cartonera, México), Bruno Montané (Animita Cartonera, Chile), Juan Villoro (Yiyi Jambo, Paraguay), Tulio Mora (Sarita Cartonera, Perú), Diana Bellessi (Eloísa Cartonera, Argentina), Homero Carvhalo (Yerba Mala Cartonera, Bolivia), Camila do Valle (Dulcinéia Catadora, Brasil). Y es precisamente en este ámbito donde la obra de Mario Santiago Papasquiaro, pseudónimo artístico de José Alfredo Zendejas Pineda, ha alcanzado verdadera repercusión y eco. Conocido por ser fundador junto a Roberto Bolaño, Ramón Méndez Estrada, Bruno Montané, Rubén Medina, José Vicente Anaya, José Rosas Ribeyro, Cuauhtémoc Méndez y Guadalupe Ochoa, entre otros, del movimiento poético “infrarrealista”, creado en 1975 como una alternativa de vanguardia y ruptura con la cultura oficial del momento. Por su actitud vital y la calidad de su obra, Mario Santiago fue el que mejor encarnó las propuestas del movimiento con poemas tan emblemáticos como “Consejos de 1 discípulo de Marx a 1 fanático de Heidegger”.
De nuevo una editorial cartonera se hace cargo de la edición, con una tirada limitada a cien ejemplares únicos y numerados gracias al trabajo de ilustración de las portadas de dos jóvenes artistas sevillanos, María Álvarez Romero y Cristóbal Colchero Jiménez. Un notable trabajo artístico que destaca por la textura rugosa, que semeja un laberinto rocoso, y la variación de colores. Además la obra cuenta con otro gran aliciente, que es su carácter bilingüe inglés/ español, gracias al excelente trabajo de traducción de Laura Patricia Burns. Cabe destacar la encomiable labor de Iván Vergara (Ciudad de México, 1979) como editor al publicar por primera vez en España a un autor de culto, poeta prolífico, con cerca de 2.000 poemas, pero que tan sólo publicó dos poemarios en vida: la plaquette Beso eterno (1995) y Aullido de cisne (Al Este del paraíso, 1996).
Esta fascinante edición viene a satisfacer el interés de las nuevas generaciones por un autor vinculado a un escritor ya mítico como el chileno Roberto Bolaño, con quien le uniera una estrecha amistad hasta el punto de aparecer en su célebre novela Los detectives salvajes (1998) con el nombre de Ulises Lima.
Nos encontramos con una antología integrada por 25 poemas que fueron seleccionados por su viuda, Rebeca López, y que constituyen un magnífico ejemplo del estilo revolucionario e iconoclasta de Papasquiaro, un estilo que se caracteriza por su vertiente culturalista pues son muchos los personajes de la Cultura Universal que transitan por sus páginas, como Lou Andreas Salomé, Friedrich Nietzsche, Houdini, Akira Kurosawa, Pier Paolo Pasolini, Piet Mondrian, Alexander von Humboldt, Joan Miró, Pablo Picasso, Miguel Ángel o Leonardo, en homenajes, dedicatorias o como protagonistas de los versos.
En España la obra de Papasquiaro está por descubrir siendo como es todo un icono de la vanguardia más revolucionaria en México, así pues hemos de agradecer la iniciativa de la editorial sevillana Ultramarina Cartonera & Digital por propiciar este primer acercamiento a un autor que gusta de emplear algunos recursos que a este lado del Atlántico nos pueden resultar cuanto menos curiosos y que sin embargo son moneda común en el acervo poético de los movimientos de vanguardia en México, como, por ejemplo, el uso del número cardinal 1 en lugar del artículo indefinido, del signo & en lugar de la conjunción copulativa española “y”, la inserción de palabras en otros idiomas (saudade, fulltime, freejazz, etc), y de signos ortográficos, como guiones, barras o paréntesis, en lugar de la clásica coma, todo ello a merced de un estilo que se sirve de la más pura imagen surrealista para incardinar sucesos o anécdotas de diversa índole.
Pero si llama la atención la forma, aún es más sorprendente el fondo por su radical libertad de acuerdo con los postulados del movimiento infrarrealista, que Papasquiaro lideró tras la partida de Bolaño a Europa. Así las imágenes surrealistas son continuas (relojes blandos; olla de grillos; ornitorrinco cantor; viento de culebras), como numerosas son las referencias al sexo (esperma-aguacero; vulva radiante; pezones de hadas; viaje coital). Como digno heredero de los movimientos rompedores de mediados de siglo, en especial de los beatniks, Papasquiaro también orilla nuevos horizontes e hilvana un discurso donde no duda en poner en solfa los mecanismos del poder mediante un lenguaje irreverente y cifrado.
El paisaje de Papasquiaro es eminentemente mexicano y sin embargo su mensaje consigue trascender para hacerse universal gracias a un lenguaje coloquial, revulsivo, delirante, provocador y liberador, pero también existencial, grotesco y finalmente desencantado. En definitiva su lectura no deja indiferente al lector inquieto por la extrema riqueza de su universo poético, conformado a partir de su propia vivencia y que da cuenta de un mundo desquiciado e irremediablemente (pos)moderno.
He aquí el poema-paradigma que da título al libro y alberga todos los rasgos de estilo del autor:
De 1 hilo de muerte cuelga la respiración del laberinto
Cada latido / cada espasmo
Cada cartucho de sangre en la piel de la culebra
Aquí donde las líneas de la mano son opio medular
Martillo de plata sobre esta cascada de uvas
Sol rojo en los sobacos
((Herencia de mis reinas))
La desnudez esculpida
contagia de susurros los senderos
Ya en la cresta de la ola
Ya en la higuera prima hermana de la horca
1 concierto demente cada célula