Los falsos días
Jesús Cárdenas
Editorial Alhulia, Salobreña, 2019
Jesús
Cárdenas Sánchez (1973) publica su nuevo poemario, con el simbólico
título Los falsos
días,
con el que consiguió ser finalista del XXXIII Certamen Andaluz de
Poesía “Villa de Peligros”, en la prestigiosa colección
“Palabras Mayores” de la granadina Editorial Alhulia.
Se
trata del séptimo poemario del prolífico escritor sevillano, que
viene publicando de forma casi ininterrumpida desde 2012, con La
luz de entre los cipreses,
donde el autor de Raíz
olvido
(2017) continua indagando en su personal estilo, solemne e
inquisitivo, en constante búsqueda de “lo inefable”, nos
encontramos pues con un libro maduro que articula su discurso en
cinco grandes apartados, hecho común a otros poemarios del autor,
que suele optar por esta estructura, con los significativos
epígrafes: “Preludio a la realidad”, “Penumbras de la
realidad”, “La realidad ardiendo”, “Los falsos días” y
“Saber romperse”, precedidos por un poema en forma de prefacio
que nos invita a entrar y cerrar la puerta: “Por aquí llegarás
sediento a un territorio […] de donde ningún alma sale indemne”.
Jesús
Cárdenas entiba su discurso con firmes citas, desde Francisco de
Quevedo a Max Aub, pasando por su admirado Francisco Basallote, cual
propileos que sostienen las cincuenta y ocho composiciones de ritmo
imparisílabo que integran el libro, donde el autor demuestra su
dominio de la forma sobre un fondo de versos náufragos, hechos de
palabras que logran cruzar la noche silenciosa reteniendo su
misterio. La “poesía es verdad” -dice- y es la mano del poeta la
que “puede convertir en presencia la ausencia más sombría y
desgarradora”.
Los
temas son diversos y la manera de exponerlos tan personal como
reveladora, desde la esencia de la escritura y la importancia de la
palabra al paso del tiempo como “tren de sueños”, pero es el
amor, y con él el anhelo del cuerpo y el placer insinuado, el eje
transversal que motiva a Jesús Cárdenas a romper el verso para
cruzar el río en brazos de su amada: “Sólo tú, me salvarás si
yerra mi salto”. A
destacar el guiño culturalista en poemas como “La fundición”,
sobre un cuadro de Adolph Menzel, y “El retorno”, en recuerdo de
la película homónima del ruso Andréi Zviáguintsev.
En
definitiva, la voz de Jesús Cárdenas, clara, armónica, templada
por la perseverancia de quien intuye su destino, nos invita a la
“búsqueda ignota”, a la reflexión “lejos del tedio de cada
día”, pues en “la tranquilidad de lo doméstico” se encuentra
la belleza.
Gregorio
Muelas Bermúdez
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