jueves, 11 de febrero de 2021

Poemario colectivo I: El hombre que fue jueves

 




Poemario colectivo I: El hombre que fue jueves
Selección y prólogo de Valerio Cruciani
Editorial Amarante, Salamanca, 2020


Editorial Amarante, grupo editorial con sede en Salamanca, que este año celebra su 10º aniversario (2011-2021), publica Poemario colectivo I : El hombre que fue jueves, título prestado por el grupo poético homónimo que desarrolla su actividad en Logroño y otras poblaciones de La Rioja y cuyo nombre se debe más al día elegido para sus reuniones que a la célebre novela de G. K. Chesterton en la que también se inspira, no es extraño, pues, que el sombrero y la silueta del escritor inglés recorran la cubierta de esta exquisitez de edición en tapa dura.


Nos encontramos, pues, con un volumen antológico que recoge una selección de composiciones inéditas de veinte autores, a cargo del escritor italiano Valerio Cruciani, que además firma un prólogo donde da cuenta de las concomitancias de los poetas seleccionados, un florilegio que según el poeta romano no se acoge a ninguna de las reglas fijadas por Julius Petersen para hablar de “generación literaria”, a saber: edad, caudillaje y estilo; siendo más propio hablar en este caso de “generación espontánea”, forjada por la voluntad de sus organizadores por darse a conocer a través de las redes sociales, tertulias y recitales, y que comparten además del amor a las musas su espíritu libertario y, sobre todo, la necesidad de reivindicar los derechos sociales y criticar los problemas que los comprometen a diario.


He aquí los nombres de los miembros de este heterogéneo grupo que presenta en este primer libro una muestra significativa de sus respectivas poéticas, por orden de aparición: Alejandra Pina, Ana Cuaresma, Julen Manuel Vicente, Jorge Ortiz Robla, Francisco Javier Larrión Orío, Jesús Ruiz Álvarez (J.R. Laguna), José María Fernández Lozano, M.ª Cristina Boyacá Páez, Nuta Craciun, Janina Sfetcu, Gonzalo San Ildefonso, Pilar Gorricho del Castillo, Luis Miguel Oraá Álvarez, Emilio Manuel Martínez Eguren, Arantza Moreno Fernández, Daniela Bartolomé, María del Mar Albero Prieto, Roberto Arróniz Martínez, Santiago Hernáez y Txisko Mandomán Xego.


Cada poeta colabora con cinco o seis poemas precedidos por un breve estudio sobre su alcance, intención e influencia, el conjunto es de una gran diversidad estilística y temática, tal vez no haya mejor manera de reflejar este vital maremágnum que destacando unos versos de cada uno de los autores participantes.


Alejandra Pina: “Sólo perdía las direcciones y los trenes, los nervios se los cosía, / en el dobladillo de la falda, para no perderlos.” (Pantalones y petaka)


Ana Cuaresma: “Tu distancia es un labio de carmín / Inflamado”


Julen Manuel Vicente: “Esa máquina de las maravillas / va a lanzarte haces de rayos equis / con la segura gloria de mostrar tu coxis” (Elogio de los rayos equis)


Jorge Ortiz Robla: “Como figuras geométricas compuestas / al unirnos conseguimos, / otra imagen que mostrar.”


Francisco Javier Larrión Orío: “Rebrota la primavera también en sus heridas.” (Delirios de pasión)


Jesús Ruiz Álvarez: “PRISIONES / QUEEL / RECUERDO / DEJAENTU / MEMORIA (Prisiones)


José María Fernández Lozano: “El techo sigue arriba nítido y claro, / ella duerme yo despierto, más despierto.” (Estrella de mar E)


M.ª Cristina Boyacá Páez: “Y no sabes que nos perdimos / la noche de los nombres, / el día de las palabras.” (Pensador)


Nuta Craciun: “el ojo que se cree vivo ve más allá del vaivén del mundo” (el más bello dolor no existe)


Janina Sfetcu: “La vida es un campo de amapolas, / si las miras de frente” (¡Has de saber!)


Gonzalo San Ildefonso: “Miré al centro del espejo / y observé un dios bipolar / que habitaba en cada uno de nuestros derribos.” (Derribo)


Pilar Gorricho del Castillo: “La memoria es la hija putrefacta / que desde su viciado montículo / abierto al desconcierto, nos señala.” (El subconsciente de las flores)


Luis Miguel Oraá Álvarez: “Ardemos de placeres que no llegan” (Nos peccatum)


Emilio Manuel Martínez Eguren: “¿Y todo en un silencio / casi en límite de no-ser? / Potencia implícita / implica posibilidad” (Paul Celan)


Arantza Moreno Fernández: “Cruzo por fin, sin miedo. Expectante. / Y de pronto, delante de mí… / La nada.” (Marchar)


Daniela Bartolomé: “Será mañana, y yo rezo, para que no brille el alba” (18 de agosto, asesinan el “duende”)


María del Mar Albero Prieto: “Aflora tu talento, sal de ese cuento / haz que crezcan tus alas / y crecerás por dentro.” (Quiérete)


Roberto Arróniz Martínez: “Digan te quiero a las personas que quieren / y esperen nerviosos a ver qué pasa.” (No disparen al pianista)


Santiago Hernáez: “Soy, estoy, vivo, construyendo el hombre, / y cuando de erigir, zurcir, termine, / ceniza volverá a ser mi nombre.” (Construyendo el hombre)


Txisko Mandomán Xego: “Libre y licuefacto doy santo y seña / al centinela pálido del día.” (Blanco-borda la nieve)


El volumen se clausura con una sucinta biografía de cada uno de ellos, casi todos oriundos del norte de la península, con excepción de la madrileña Alejandra Pina; el canario de nacimiento y aragonés de corazón, afincado en Valencia, Jorge Ortiz Robla; y las rumanas Nuta Craciun y Janina Sfetcu.


En definitiva, El hombre que fue jueves nos permite constatar unas voces y descubrir otras; todas cercanas, ninguna os dejará indiferentes en este estimulante ejercicio lírico que promete continuar caminando con el sombrero bien calado.



Gregorio Muelas Bermúdez


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