Egometría/ Egometrie
Elisabeta Botan
Limes, 2016
Egometría/
Egometrie es el segundo poemario publicado por la
escritora y traductora rumana Elisabeta Botan, una edición bilingüe
rumano-español que demuestra la madurez expresiva alcanzada por la
autora afincada en Alcalá de Henares, un trabajo integrado por
setenta y cinco composiciones, en su mayoría breves.
Publicado
por Limes Arca, el poemario se inicia con un prólogo de Daniel
Montoly, que da cuenta de la vertiente existencial de la poesía de
Elisabeta Botan, que se autodefine en la apertura del libro: “Yo
soy aquella que arde en la hoguera de la palabra”. En efecto,
la poeta sabe que la palabra es fuego que revivifica, de sus cenizas
se erige el lenguaje.
En
el poema inaugural que da título al libro, la autora define su
geometría como “laberinto de cicatrices fosilizadas”. En
la búsqueda de su ser se afanan estos poemas, de nuevo el verso
libre es la forma elegida para expresar sus inquietudes y afirma que
“la poesía es nuestro único territorio/ más allá de él no
existimos” (“La quintaesencia del amor”).
Elisabeta
Botan hace de la palabra principio y fin de su existencia, por ella
describe el mundo como “Tierra de letras”, y en ella encuentra
cobijo cuando el ser amado se encuentra ausente. Las palabras son la
prolongación de su ser y del ser que ama.
La
poesía de Elisabeta Botan no está exenta de romanticismo, pues a su
marido dedica varios poemas (“Me duermo en tus brazos/ y me
despierto en los versos del más bello de los poemas.”); y de
ternura, como en “Poema para Bianca”:
“Me
abrazas, niña, con tu vuelo
del
color de un brillante polvo,
y
nos escapamos por el cielo
de
tus dibujos
hasta
los manantiales de la metáfora.”
Pero
también encontramos composiciones donde el desengaño y la
pesadumbre se adueñan del verso en un discurso metapoético donde de
nuevo la palabra, el poema y sus límites, establecen un marco
ilusorio en forma de espejismo.
En
el orden interno que organiza el poemario por secciones temáticas,
destaca la que dedica a la memoria del padre, “Ocaso” e
“Irremediable” tratan de exorcizar la pérdida a través de la
palabra, pues ni siquiera los recuerdos “heridos y descoloridos
de tiempo” le dejan volver a él.
Pero
también hay lugar para la crítica social, así en “Szomna”
denuncia el caso de una niña de etnia gitana que se suicidó porque
su familia no la dejaba estudiar, y en “Je suis Fakhunda”, el
asesinato en público de una joven afgana en Kabul.
La
poesía es la materia sobre la que Elisabeta Botan vehicula todo el
libro, versos, palabras, letras, con el deseo de evadirse de la
retórica para hallar la esencia del poema, por eso su verso se
adelgaza, así los poemas “La hija de Izmón”, “Azar” y “A
mi buen amigo” adoptan la forma de cascada.
Siempre
el poema es el punto de partida, y de llegada, donde unas veces se
identifica con el alma y otras se vuelve anhelo que le impele a
escribir un “mapa de palabras” para salvarse de la muerte, de la
nada.
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