miércoles, 14 de septiembre de 2016

Joseph Brodsky, del Neva al Hudson con final en Venecia

 
 



Joseph Aleksándrovich Brodsky (1940-1996) era un poeta cosmopolita, en su obra se puede vislumbrar el profundo eco de los paisajes y las culturas que lo poblaron, desde su Rusia natal hasta el Estados Unidos del exilio y muerte: Leningrado-Nueva York, principio y fin de una historia insólita, sin embargo sus restos reposan en una humilde sepultura sita en la “Isla de los muertos”, San Michele, en la laguna véneta, muy próximo a otro ilustre de la lírica contemporánea: Ezra Pound.


 


 
De ascendencia judía, este literato autodidacta fue acusado de “parasitismo social” y condenado a cinco años de trabajos forzados en el campo penitenciario de Arcángel, al final su sentencia fue indultada, logrando permanecer tan sólo dieciocho meses. Fue hacia 1964-1965. Tras esta traumática experiencia, se mantuvo distante hacia el régimen y aunque sus reservas no se materializaron en una discrepancia abierta hacia las autoridades soviéticas, dos breves estancias, en Viena y Londres, le animaron finalmente a salir de la URSS y asentarse en Norteamérica, adquiriendo la nacionalidad estadounidense en 1977.

El ruido de dos aguas, del Neva y del Hudson, enmarcará gran parte de las vivencias del poeta, que finalmente acabará rodeado por ella. Curiosamente Brodsky títuló Paisaje con inundación (1996) al último de sus libros, publicado póstumamente. Sus cenizas descansan en Venecia, a la que dedicó el ensayo Marca de agua (1992).
 
 
 
 
 
 


Gregorio Muelas Bermúdez







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